Madrid - Pese a lo desacostumbrado del caso del guardia urbano de la capital alavesa a puntito de jubilarse que puso dos centenares de multas de tráfico en dos jornadas de trabajo, las sanciones por velocidad inadecuada, aparcamiento indebido o distracciones varias, por ejemplo, se tramitan a miles, a decenas de miles cada día hasta sumar los 29 millones de expedientes abiertos en el Estado durante los años más crudos de la crisis -2007 a 2013-.

Una cantidad que, en comparación con el sexenio previo (2000-2006) representa un crecimiento del 80% ya que, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) en ese otro periodo se abrieron 16 millones de multas, tal y como se recoge en el informe elaborado por la Fundación Línea Directa. Lógicamente, la recaudación también se disparó un 30% desde el año 2007 aunque ha caído en los dos últimos ejercicios por el pronto pago, la menor movilidad y “una mayor concienciación de los conductores al volante”, argumentaban los autores del documento. Y todo, a pesar de que los conductores, a consecuencia de esa misma crisis y del alza en los precios del combustible, optaron en una buena proporción por dejar sus vehículos en el garaje.

Sin embargo, el documento Multas de tráfico: ¿recaudación o reeducación? lejos de atribuir la causa de ese portentoso incremento al primero de esos factores -tal y como hacen nueve de cada diez conductores- cree que ha sido motivado por “el endurecimiento del sistema sancionador” con la entrada en vigor del carné por puntos [año 2006]. Con su estudio, Fundación Línea Directa también pretende acabar con el mito de que la DGT es la Administración que más recauda y más sanciona, como cree el 60% de los encuestados.

Sin embargo, los datos demuestran que los ayuntamientos sancionan hasta seis veces más que la DGT, hasta alcanzar el 75% del total de las multas de tráfico. Por ejemplo, en la Ciudad Condal, ocho de cada diez vehículos que circularon por sus calles el año pasado fueron multados, un porcentaje muy parecido al de Madrid (74%). La capital de España tiene, además, el dudoso honor de contar con 8 de las 10 matrículas con más infracciones del Estado, entre las que destaca un Volkswagen Golf con 266 multas que acumula un saldo pendiente de casi 30.000 euros.

Los ayuntamientos de Donostia (solo por detrás de Barcelona y Madrid) y Bilbao (en novena posición) también aparecen en ese ranking de las diez administraciones locales más beligerantes con la comisión de infracciones de tráfico. “En un dibujo del mapa de España para conocer dónde y quiénes sancionan más, las Jefaturas Provinciales de Tráfico de Teruel (32,2%) y Cuenca (20,9%), así como el Servei Territorial de Transit de Girona (13,7%) son las que más sancionan, mientras en el lado opuesto están Almería (1,18%), Zamora (1 %)”, resume en sus conclusiones.

La CAV, a la cola Según ese mismo documento, en la Comunidad Autónoma Vasca, las tres oficinas de Tráfico se encuentran por debajo de la media española (3%), entre las diez que menos multan: Bizkaia (1,85%), Gipuzkoa (1,41%) y Araba, que ocupa la última posición con solo un 0,25% de las sanciones. Por tipología, el exceso de velocidad (50%) es la conducta más sancionada, seguida de las multas por aparcamiento (38%) y a más distancia, el incumplimiento del deber de identificar al conductor en caso de pérdida de puntos, que, pese a no entrañar peligro alguno en la carretera, son las más costosas en términos económicos, ya que pueden llegar a multiplicar por tres la multa inicial.

Para Francisco Valencia, director general de la Fundación Línea Directa, a pesar de que “es entendible el enfado de algunos conductores, no debemos juzgar las sanciones en términos tan negativos. El aumento de la frecuencia de las multas se enmarca dentro de un sistema de regulación que, junto con otras muchas medidas, ha propiciado una reducción del 65% en el número de fallecidos de la última década. Además, en contra de lo que la gente puede pensar, la DGT está muy lejos de ser la administración que más sanciona, ya que sólo pone el 15% del total de las multas”.

Reincidente. El sancionado es un hombre de 35 a 44 años, con experiencia como conductor y reincidente. De hecho, 1,2 millones de conductores han sido sancionados más de cinco veces.

208

Es el importe medio de las sanciones de tráfico impuestas.

30%

La recaudación también ha subido durante la crisis, aunque cae en los dos últimos ejercicios por el pronto pago, la menor movilidad y una mayor concienciación de los conductores al volante.