Katmandú - El terremoto de 7,8 grados que golpeó ayer Nepal superó oficialmente la barrera del millar de muertos, según informaron fuentes oficiales, que han estado actualizando la lista de fallecidos durante todo el día y dan por hecho que aún seguirá subiendo. Fuentes del Centro Nacional de Operaciones de Emergencia, dependiente del Ministerio del Interior, indicaron que ya se habían contabilizado 1.170 muertos, la mayor parte de ellos en el valle central del país, donde se encuentra Katmandú, el lugar más afectado por el seísmo. El terremoto también se ha sentido en las vecinas China e India, donde han muerto 13 y 34 personas.
Tras una jornada en la que los sucesivos recuentos han puesto de manifiesto la magnitud de la tragedia acaecida en Nepal, las autoridades continúan buscando gente bajo los escombros y tratando de medir los efectos del terremoto en el país. A medida que iba entrando la tarde en Katmandú, miles de personas iban saliendo a la calle, preparándose para pasar la noche al raso por temor a las réplicas.
El terremoto, que inicialmente fue marcado por el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) como de una intensidad de 7,5 grados en la escala de Richter, posteriormente recalificado como de 7,9 y más tarde como de 7,8, tuvo su epicentro a unos 80 kilómetros al noroeste de Katmandú.
La capital nepalí, donde se pueden ver edificios derrumbados, particularmente antiguos, incluidos templos y monumentos, tenía ayer una gran afluencia de público en centros comerciales y algunas zonas históricas dada la afluencia de turismo interno para el fin de semana.
Algunas calles y vías alrededor de la ciudad, en barrios como el de los Newari, construidos a la vieja usanza, sufrieron de manera más fuerte el impacto y la caída de edificios.
Los hospitales de la capital estaban en estado de emergencia, mientras los servicios de emergencia pasaron todo el día trabajando en el desescombro de los edificios caídos, con el objetivo de encontrar supervivientes.
Cifras en aumento Mientras en Nepal el número de muertos iba creciendo sin parar, fuera del país se iban repitiendo además las expresiones de solidaridad. El primer ministro indio, Narendra Modi, convocaba de urgencia a su gabinete para tratar de responder a los efectos de la tragedia tanto en la India, donde se registraron 34 muertos, como en el vecino Nepal. Modi ordenó el envío de un avión que llegaba a Katmandú con tres toneladas de equipamiento y un cuerpo de especialistas en catástrofes, al tiempo que otros países iban anunciando el envío de ayuda. China, donde el seísmo causó 13 muertos, enviará a Nepal un equipo de rescate con 40 expertos.
Israel informó de que enviará equipos de rescate y búsqueda así como médicos. La UE estudia dar ayuda financiera y el presidente de Francia, François Hollande, expresó su solidaridad al tiempo de ofrecer ayuda de su país. También el presidente ruso, Vladimir Putin, se solidarizó con Nepal, y desde el Vaticano, el Papa Francisco sigue “con la oración y con gran preocupación” los sucesos en ese país. Sin embargo, todo parece indicar que aún falta mucho para poder llegar a medir el impacto real de la catástrofe natural.
montañeros sepultados Incluso en el Everest, el montañismo, que vive en esta época del año el inicio de la temporada en el pico más alto del planeta, sufrió el embate de la tragedia. El Gobierno de Nepal tiene constancia de al menos diez montañeros extranjeros muertos en el Everest, según una fuente del Ministerio de Turismo. La fuente no pudo facilitar la nacionalidad concreta de los fallecidos y tampoco precisó si hay desaparecidos o heridos en estos momentos entre los escaladores que se encontraban en la montaña. En la zona se ha montado una especie de hospital de campaña. Todavía no saben cómo podrán bajarlos hasta las localidades cercanas a la base del Everest, afectadas por el seísmo.