Roma - 400 inmigrantes murieron ahogados en el mar Mediterráneo después de que la embarcación en la que navegaban con rumbo a Italia naufragara, según el testimonio de los 150 supervivientes trasladados por la Guardia Costera a la región de Calabria.
La organización Save the Children Italia informó ayer sobre la desaparición en un comunicado en el que afirmó que entre las víctimas habría “muchos jóvenes, probablemente menores”.
Según los supervivientes, “el naufragio se habría producido 24 horas después” de que la nave en la que viajaban partiera con destino a Italia desde las costas de Libia.
“Muchos de los inmigrantes han vivido experiencias de violencia atroz, y han perdido amigos, familiares o padres, incluso en los últimos naufragios”, lamentó el director general de Save the Children, Valerio Neri.
Además, advirtió de que “la situación en Libia está fuera de control” y de que la “violencia en las calles es inaudita”. “Es fundamental garantizar una adecuada acogida y ofrecer el apoyo necesario, también psicológico, especialmente a los más vulnerables”, prosiguió.
La organización subrayó en la nota de prensa que “el creciente número de muertes en el mar Mediterráneo plantea, no sólo a Italia, sino a toda la Unión Europea y sus miembros, el deber de responder con un dispositivo de búsqueda y rescate en el mar capaz de lidiar con esta situación”.
“La presencia elevada y constante de desembarcos en los que hay menores que viajan solos impone la necesidad de contar con un adecuado sistema de acogida”, insistió.
Save the Children consideró que “hasta la fecha, no existe tal sistema” y denunció que el actual dispositivo de vigilancia y socorro desplegado en el Mediterráneo “no dispone de procedimientos claros y compartidos en relación al traslado de menores”.
La Guardia Costera italiana ha rescatado desde el pasado viernes a unos 8.500 inmigrantes que intentaban llegar por mar a las costas de Europa, según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que reclamó una mayor vigilancia en el Mediterráneo para evitar nuevas tragedias.
Sólo el lunes, alrededor de 3.000 personas fueron rescatadas en aguas del Mediterráneo. Nueve inmigrantes se habrían ahogado en el mar tras partir desde el norte de África rumbo a Europa, adonde habrían intentado llegar en los últimos días, de forma irregular, decenas de embarcaciones.
Pedir ayuda La gran afluencia de pateras llevó a las autoridades italianas a pedir ayuda a los buques mercantes que navegan por la zona. El lunes, solicitaron a siete barcos que navegaban en dirección a Libia que recuperasen a personas en situación de riesgo y las trasladasen a Sicilia.
Gebre, eritreo de 30 años, está entre quienes llegaron ayer a Palermo, desde dónde ha relatado cómo abandonó Trípoli tres días antes a bordo de una embarcación en la que viajaban otros 400 pasajeros: “No me podía ni mover”. La Guardia Costera salvó a Gebre y a su grupo de una muerte casi segura ya que, tras la primera noche de travesía, su barco comenzó a llenarse de agua. “Nunca había estado tan asustado”, recordó este ciudadano eritreo.
Aali, de 21 años, contó que huyó de Libia después de que un grupo de milicianos matase a su hermano y quemase la tienda de comida que regentaba. “La guerra lo cambió todo”, lamentó Aali, para quien llegar a Italia era su única salida: “¿Había otra alternativa que este peligroso viaje?”. - Efe/E.P.