Religión - El Papa lavó ayer los pies a 12 reclusos -seis hombres y seis mujeres-, la mitad de ellos italianos y la otra mitad extranjeros, durante la visita de este Jueves Santo a la cárcel romana de Rebibbia, para celebrar la misa in Coena Domini que inaugura el Triduo Pascual. Entre las personas detenidas, había dos nigerianas, una congoleña, una ecuatoriana, un brasileño y un nigeriano. A su llegada, fue recibido por los aplausos y gritos de cientos de reclusos de esta penitenciaría romana que, emocionados, intentaron acercarse a Francisco para recibir un beso suyo y también su bendición. El pontífice argentino se dirigió al interior de la capilla donde fue acogido con ilusión por los presentes. - E. P.