kuala lumpur - Considerado uno de los mayores misterios del siglo XXI, la desaparición del Boeing 777 que cubría el vuelo MH370 de Malaysia Airlines hace un año ha alimentado un sinfín de teorías de la conspiración, incluida la que apunta hasta el presidente ruso, Vladimir Putin.

El pasado enero, las autoridades declararon como accidente la desaparición del Boeing 777-200, diez meses más tarde de que se esfumara cuando realizaba la ruta Kuala Lumpur-Pekín y cuando aún no se ha encontrado ni rastro en la búsqueda en el océano Índico. Sin embargo, Internet es un hervidero de explicaciones variopintas que no se creen la versión oficial.

“¿Por qué, exactamente, Putin quiere robar un avión de pasajeros malasio?”, pregunta Jeff Wise, un experimentado piloto estadounidense que propone que el avión con 239 personas a bordo fue desviado hasta Kazajastán, en Asia central, y no hacia el Índico. “No tengo ni idea. Quizá quería demostrar a Estados Unidos, que había impuesto las primeras sanciones punitivas contra Rusia el día anterior, que podía dañar a Occidente y a sus aliados en el mundo”, responde el autor.

Wise basa su hipótesis en un análisis de los datos que recogió el satélite Immarsat después de que alguien apagara los transmisores de comunicación y desviara el avión desde el Mar de China Meridional hasta el Mar de Andamán el 8 de marzo de 2014.

En los primeros días tras el suceso, las hipótesis oscilaban entre un posible acto terrorista -por el piloto, el copiloto o incluso dos iraníes que tenían pasaportes falsos- o una acción desesperada del piloto ante un problema técnico.

Otra teoría conspiratoria apuntaba a Jacob Rothschild, de la influyente familia de banqueros europeos, por su supuesta relación con la empresa Freescale Semiconductors, que tenía 20 empleados en el Boeing 777. Con la muerte de los empleados, Rothschild se habría quedado como el único dueño de la patente de un novedoso semiconductor con utilidad en sofisticada tecnología.

Mike McKay, un operario neozelandés en una plataforma de petróleo en el Mar de China Meridional, afirmó que creía haber visto caer el avión envuelto en llamas, lo que le costó ser despedido de su trabajo.

En Internet, también circulan teorías que dicen que el aparato fue derribado por Estados Unidos y Tailandia por error durante un ejercicio militar o intencionadamente por aviones estadounidenses para evitar que fuera utilizado para atacar una de sus bases en el Índico.

el gobierno sigue buscando El Gobierno malasio se comprometió ayer a continuar la búsqueda del avión de Malaysian Airlines al cumplirse un año de su desaparición con 239 personas a bordo sin dejar ningún rastro.

En un comunicado, el primer ministro malasio, Najib Razak, afirmó que no hay precedentes de lo ocurrido con el vuelo MH370 y la complejidad de la búsqueda.

“No hay palabras para describir el dolor de los familiares de los que iban bordo. La falta de respuestas y de la prueba definitiva -como los restos del avión- lo ha convertido aún en algo más difícil de sobrellevar”, precisó el primer ministro.

Pekín acalla a las familias. Las autoridades chinas trataron ayer de acallar a los familiares de los pasajeros chinos desaparecidos, que organizaron un acto en Pekín para rezar por sus allegados y expresar sus quejas y malestar ante los medios de comunicación.

Diversos lugares de origen. El avión transportaba a 153 chinos, 50 malasios, siete indonesios, seis australianos, cinco indios, cuatro franceses, tres estadounidenses, dos neozelandeses, dos ucranianos, dos canadienses, un ruso, un holandés, un taiwanés y dos iraníes.

La baliza estaba caducada. La baliza que habría permitido localizar bajo el agua al MH370 de Malaysia Airlines desaparecido hace un año caducó doce meses antes del incidente.