ALCORCÓN. La auxiliar de enfermería Teresa Romero y la médico de familia que la atendió en un centro de salud de Alcorcón han llegado hoy a un acuerdo de conciliación después de que la primera haya reconocido que no informó a la doctora de que había estado en contacto con pacientes con ébola.

Romero ha aceptado íntegramente la declaración de la doctora y ha reconocido que en ningún momento rebasó el umbral de fiebre fijado en 38,7 grados, según ha indicado la abogada de la médico de familia.