Madrid - El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, calificó ayer de “homicidio” la muerte del agente Francisco Javier Ortega, aunque será la Justicia la que lo determine, y señaló que “el inmigrante arrastró de forma intencionada a la víctima a la vía del tren cuando éste se aproximaba”. Así lo manifestó Cosidó a los periodistas tras la ceremonia religiosa para despedir los restos mortales del agente, a quien se le impuso la medalla de oro de la Policía.
Cosidó dijo que el policía murió en un acto que “claramente” se puede calificar, “a falta de la resolución judicial, como un homicidio”. Cosidó explicó que en los vídeos grabados del suceso y ya supervisados “se ve claramente que hay una intencionalidad en llevarse al agente a la vía del tren y arrojarle cuando un tren estaba aproximándose”.
Ali Raba Yode, el joven de 27 años que cayó a las vías del tren en la estación madrileña de Embajadores mientras presuntamente empujaba a un policía que falleció en el acto, está ingresado en la UVI del Hospital 12 de Octubre en estado “muy crítico”, según indicaron fuentes del centro.
El hombre sufrió un traumatismo craneoencefálico severo y otros politraumatismos por el impacto y permanece desde el viernes ingresado y en estado muy grave en el hospital. Según fuentes policiales, Ali Raba Yode, que cuenta con nueve antecedentes, insultó y gritó a los policías, por lo que éstos procedieron a identificarle, momento en que se produjo un forcejeo durante el cual el agente fue arrojado a la vía. - Efe