Madrid - La central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) es la “punta de lanza” y “precursora del sector nuclear en España”, pues ha sido la primera planta en operar “más allá” de los 40 años y la primera que aspira a producir electricidad hasta los 60 años. Así lo defiende el presidente del Foro de la Industria Nuclear, Antonio Cornadó, en una entrevista en la que defiende las ventajas de que las centrales nucleares operen en condiciones máximas de seguridad a largo plazo, 60 años, y reclama “certidumbre regulatoria” para garantizar la estabilidad del sector.
Cornadó resumió 2014 como un año en el que el sector nuclear se ha adaptado a “la nueva situación” de la nueva regulación y fiscalidad. “Hemos tenido que adaptarnos rápidamente, pero las centrales funcionan de forma adecuada y segura, y somos la fuente de energía que más aporta a la electricidad. Para el país la nuclear es muy importante, porque es una fuente limpia, competitiva y estable”, subrayaba.
Para 2015 confía en que se consolidará la situación de las centrales nucleares y se adaptarán los procedimientos y equipos para preparar al conjunto de instalaciones a la operación a largo plazo. “Esa es una tendencia que vamos a ver seguramente en los próximos años”, adelantó Cornadó porque la operación a largo plazo es más ventajosa por razones de “sostenibilidad, garantía de suministro, competitividad, cero emisiones”, unos ejes que “ya están en los documentos que maneja el nuevo comisario europeo”.
Por eso, confía en que España también continuará esta tendencia del largo plazo que “se consolida en otros países”. En concreto, aseguró que si la operación del parque nuclear español actual pasa de 40 a 60 años, su producción eléctrica sería equivalente al consumo de toda la electricidad en España durante cinco años, es decir unos 1,2 gigavatios, el equivalente a la importación de 2.000 millones de barriles de petróleo y se evitaría la emisión a la atmósfera de entre 30 y 40 millones de toneladas de CO2.
Sobre Garoña, el director del Foro Nuclear elogió su funcionamiento seguro más allá de los 40 años y dijo que ha sido pionera en cuestiones como el cambio de los ciclos de 12 a 18 meses; el cambio de gestión interna y “lo está siendo también en la operación a largo plazo”. Nuclenor, el titular del reactor, ha solicitado al Gobierno español que permita la renovación de la licencia de explotación de la planta (que expiró en julio de 2013) y que esta opere hasta 2031, durante 17 años más, hasta que la central llegue a los 60 años.
En ese contexto, Cornadó reclamó “seguridad jurídica” y “estabilidad regulatoria” para que las centrales atómicas puedan operar en el horizonte del largo tiempo. “Es la manera más sensata, racional y empresarial de planificar unas adecuadas inversiones, al tiempo que mejora los niveles de seguridad de las instalaciones y su funcionamiento”, sostuvo. Por ello reclamó que esta cuestión “no esté al albur de las campañas políticas” y que se tome “como un asunto de interés de país”. - E. Press