vitoria - Los vascos creen que hay fraude y una escasa efectividad en los controles para el cobro de la llamada Renta de Garantía de Ingresos (RGI), pero a pesar de estas deficiencias una gran mayoría -el 78%- está en contra de que se recorten estas ayudas.
Estas opiniones están recogidas en el último Euskobarómetro, el estudio sociológico que la Universidad del País Vasco realiza semestralmente, presentado hoy en Bilbao por su director y catedrático de la UPV/EHU, Francisco Llera; fue elaborado con encuestas realizadas entre los pasados días 27 de octubre y 14 de noviembre.
En pleno debate político sobre la existencia o no de fraude en la llamada RGI tras las acusaciones y la campaña realizada en este sentido por el alcalde de Gasteiz, Javier Maroto , en el sondeo se ha preguntado a los encuestados hasta qué punto estaban o no de acuerdo en que, efectivamente, hay una importante bolsa de fraude en estas ayudas públicas.
Dos de cada tres (66%) están de acuerdo en que existe tal fraude, casi sin distinción ideológica (desde el mínimo del 47% de EHBildu hasta el máximo del 74% de los abstencionistas), y más en Araba (78%) que en Gipuzkoa (60%).
Esta mayoría sube hasta tres de cada cuatro (75%) que denuncian la escasa efectividad de los controles establecidos al concederse la ayuda, con un consenso notable en todos los sectores sociales, territoriales y políticos al respecto.
Sin embargo, casi ocho de cada diez (78%), con este mismo carácter transversal, no están de acuerdo con que estas deficiencias deben acarrear el recorte de las ayudas, ni en su duración ni en su cuantía.
Llegada de Inmigrantes La encuesta también ha preguntado sobre la llegada de inmigrantes: en una escala de 10 puntos, en la que el primero es la posición de quienes apuestan por la “libre entrada de inmigrantes” sin restricción alguna y, por el contrario, el 10 es la de quienes apoyan la “restricción absoluta a la entrada de inmigrantes”, la posición media es de 5,6, es decir, algo más a favor de poner límites.
Por otra parte, la encuesta también realiza las habituales preguntas sobre las inquietudes de los vascos: la preocupación por el empleo (59%) se mantiene en el primer lugar, aunque con un significativo retroceso de 13 puntos en el último semestre. Lo más llamativo es que, por primera vez, la situación política, en general, se dispara a la segunda posición de las preocupaciones con un 18 % y un incremento semestral de 13 puntos. Le sigue la preocupación genérica por la situación económica (13%), tras estabilizarse en el último semestre. La cuarta posición la ocupan un conjunto de problemas agrupados bajo el epígrafe de “desigualdades sociales y bienestar” (7%).
La violencia, la pacificación, los presos o el “problema vasco” no llegan al 1% en su conjunto, quedando muy relegados, igualmente, el medio ambiente, la inmigración y otros.
Por último, según este sondeo, 2014 está siendo un buen año en lo personal para una mayoría (54%) de la ciudadanía vasca. Pero este índice de bienestar ha bajado 24 puntos desde el inicio de la crisis. “Tradicionalmente somos un país de satisfechos, pero el optimismo tiene sus límites”, comentó el catedrático de la UPV/EHU Francisco Llera. De hecho, un 84% de los vascos admiten sentir los efectos de la crisis. - DNA
Fraude en la RGI. Dos de cada tres están de acuerdo en que existe tal fraude. Por territorios, el 78% de los alaveses piensan así frente al 60% de los guipuzcoanos.
En contra de los recortes. Pese a que tres de cada cuatro encuestados denuncian la escasa efectividad de los controles, el 78% no está de acuerdo con que estas deficiencias deben acarrear el recorte de las ayudas, ni en su duración ni en su cuantía.