GASTEIZ. Estos colectivos, a través de un comunicado, han aprobado una declaración con motivo del Día Internacional de los Derechos Humanos, que se celebra el 10 de diciembre.

En el texto, se subraya que "la denuncia de la tortura y el procesamiento de sus ejecutores y de quienes la utilizan debe convertirse en un clamor popular y universal ante este crimen contra la dignidad humana".

Estos grupos consideran que "instituciones y organizaciones,de todo tipo tienen la obligación ética de erradicar esa práctica degradante, todavía legal en algunos estados y utilizada en muchos de ellos".

TORTURA EN ESPAÑA

La declaración recuerda que existe "una amplia documentación de veracidad comprobada" que "incluye al Estado español en la práctica de la tortura". De esa forma, cita las resoluciones de relatores de la ONU, de las instituciones europeas o Amnistía Internacional. Además, recuerda que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha condenado al Estado español por no investigar debidamente las denuncias de torturas formuladas por personas detenidas por su vinculación con ETA.

Las Comunidades Cristianas Populares, el colectivo Herria 2000 Eliza y la Coordinadora de Sacerdotes de Euskal Herria han destacado que "algunos Jueces de la Audiencia Nacional han reconocido la existencia de torturas para conseguir inculpaciones de pertenencia o colaboración con ETA".

Por todo ello, consideran que "es preciso instar a todas las instituciones y sectores sociales, culturales y políticosa que alcen su voz de manera contundente ante esta degradación policial y política".

"OBLIGACION ETICA"

"Para nuestra Iglesia, la denuncia y la exigencia de su erradicación en todas sus formas, como ya lo exigió el Concilio Vaticano II, garantizando las medidas políticas y jurídicas eficaces, constituye una obligación ética y cristiana ineludible", han manifestado.

Estos colectivos recuerdan que "en varias ocasiones los anteriores obispos de Euskal Herria condenaron este procedimiento degradante, exigiendo que los resortes legales previstos para evitarla,sean aplicados con diligencia".

No obstante, han lamentado que "los actuales prelados todavía no han denunciado y reprobado" estas prácticas, por lo que piden a los obispos vascos que "denuncien la existencia de esta lacra yexijan a sus responsables -políticos, jueces, policías, medios de comunicación- su erradicación".

La declaración incluye un mensaje de "solidaridad y afecto" a quienes han sido torturados, y expresa su apoyo a quienes han denunciado estas prácticas.