MADRID. Agentes de la Brigada Provincial de Policía Judicial y del Puesto Fronterizo Madrid-Barajas, pertenecientes todos a la Jefatura Superior de Policía de Madrid, iniciaron en junio de 2013 la investigación para desarticular la red delictiva, que empleaba el llamado método "de mano" para introducir la droga en España.

Los dos trabajadores del aeropuerto, encargados de asistir a personas discapacitadas y con movilidad reducida, resultaban claves en este proceso, al recibir de forma continuada la droga oculta en equipajes de cabina de manos de pasajeros (entre siete y trece kilos cada vez) y eludir los controles de seguridad establecidos.

Según ha informado la Jefatura en un comunicado, para introducir la droga la red usaba a "correos", personas que por entre 3.000 y 5.000 euros se encargaban de transportar un equipaje de cabina con estupefaciente que se les entregaba en el interior del aeropuerto de origen, principalmente en Bolivia.

Una vez aterrizaban en Madrid, entregaban discretamente la maleta con la droga a los empleados del aeropuerto contratados por la propia organización, que la recogían en la pista de aterrizaje y aprovechaban su condición de trabajadores para evitar los filtros de seguridad y abandonar el aeropuerto con la droga.

Precisamente los investigadores sorprendieron a los trabajadores del aeropuerto investigados durante uno de los pases de droga, cuando con el uniforme de trabajo accedieron a la terminal 1 y, mientras uno permanecía en la denominada zona de tránsito, el otro se dirigió a la pista de aterrizaje.

Ya en ella, los agentes observaron cómo un pasajero, que minutos antes había descendido de un avión y se dirigía hacia los controles de seguridad, entregaba una mochila a uno de los trabajadores investigados.

Tras comprobar que en la mochila había 10 kilos de cocaína ocultos en un doble fondo, los agentes interceptaron y detuvieron a los dos trabajadores como presuntos responsables de un delito contra la salud pública.

Durante el desarrollo de la investigación, desde junio de 2013, los agentes se han incautado de más de 165 kilos de cocaína, y han detenido a un total de nueve miembros de esta red que se encargaban de enviar la droga, contratar a los correos y esperar a la salida del aeropuerto para recoger la sustancia estupefaciente.

Igualmente han arrestado a 12 "mulas" o personas encargadas de transportar la droga en equipajes de mano.