MADRID. Según el informe publicado por el organismo, esta situación obliga a las personas en ese grupo de edad a seguir trabajando, con frecuencia en condiciones precarias y con una remuneración muy baja.

El documento, que analiza la situación en 178 países, resalta que muchas economías de ingresos medios y bajos han expandido rápidamente en los últimos años la cobertura de las pensiones gracias a una combinación de ingresos sociales financiados por los impuestos. Asimismo, constata que más de 45 países han alcanzado el 90 por ciento de cobertura y 20 países en desarrollo han logrado casi un alcance universal.

"Muchos países en desarrollo están expandiendo sus sistemas de pensiones, una tendencia muy positiva", ha dicho la directora del Departamento de Seguridad Social de la OIT, Isabel Ortiz.

Pese a ello, ha manifestado que "es tan importante expandirlos como garantizar prestaciones de pensiones adecuadas". "Las mujeres y los hombres de edad tienen el derecho a jubilarse con dignidad, sin caer en la pobreza. Este es un problema a escala mundial", ha remachado.

La OIT ha indicado que "países como China, Lesotho, Tailandia y Timor Leste lograron en una década incrementos extraordinarios en la cobertura de pensiones, variando desde 25 por ciento a más de 70 por ciento de la población".

"Las pensiones financiadas con impuestos desempeñan un papel importante en la expansión de la cobertura de pensiones, ya que permiten garantizar un nivel básico de protección para aquellos que no perciben una pensión contributiva", añade en su informe.

REPERCUSIONES DE LA CRISIS

En el mismo, ha relatado que "las políticas de consolidación fiscal adoptadas a partir de 2010 dieron lugar a una reducción de la protección social para las personas de edad". "Las medidas de ajuste incluyeron recortes presupuestarios en los servicios de salud y otros servicios sociales, además de reformas como el aumento de la edad de jubilación, la reducción de las prestaciones y el incremento de las tasas de cotización", ha explicado.

"Estos ajustes están comprometiendo la idoneidad de los sistemas de pensión y de protección social, y disminuyendo su capacidad de prevención de la pobreza en la edad avanzada", ha argumentado Ortiz.

"Las repercusiones a largo plazo de las medidas de consolidación fiscal tardan en manifestarse. La disminución de los niveles de ingresos de los hogares está dando lugar a un menor consumo doméstico y ralentizando la recuperación económica. Es alarmante que, en al menos catorce países, los futuros jubilados percibirán pensiones más bajas en 2050", ha puntualizado.

Por ello, Ortiz ha argüido que "el impacto positivo de la protección social tanto en el desarrollo económico como en el social (...) ha colocado la protección social en el primer plano de la agenda de desarrollo post 2015".

En este sentido, ha destacado que "China ha logrado una cobertura casi universal de las pensiones y un aumento de los salarios", al tiempo que la OIT ha agregado que "algunos países como Argentina, Bolivia, Chile, Hungría, Kazajistán y Polonia están revirtiendo la privatización de los sistemas de pensiones que llevaron a cabo en los años 1980 y 1990 porque eran demasiado caros y no ampliaban la cobertura de las pensiones".

"Los sistemas de protección social que cuentan con pisos de protección social sólidos son esenciales para la recuperación económica, el desarrollo inclusivo y la justicia social, y por lo tanto deberían ser parte integral de la agenda de desarrollo post 2015", ha dicho Ortiz.

"La seguridad de ingresos en la edad avanzada debe ser suficiente para garantizar los derechos y la dignidad de las mujeres y los hombres de edad. Además, es rentable en términos económicos", ha apostillado.