donostia - Deberes, etxerakolanak... Los estudiantes vascos regresan a casa del cole o de la ikastola cargados con sus mochilas para hacer las tareas escolares. Así ha sido todo el curso. Los deberes son un asunto de gran controversia en muchos países y cada cierto tiempo se reabre el debate, como tras las huelga de lápices caídos de quince días que impulsaron las familias francesas en 2012. Hasta ahora la polémica ha discurrido en el terreno de la generalidad -deberes sí, deberes no- pero sin saber, a ciencia cierta, si las tareas escolares representan un problema en la escuela vasca. ¿Se mandan realmente muchos deberes? ¿Los profesores saben los deberes que tienen sus estudiantes, el tiempo que invierten? ¿A más horas, mejores notas? ¿En qué medida influyen en la organización de las familias, generan conflictos? ¿La situación vasca es igual a la que se da en otras partes del mundo?
Por primera vez, un estudio de la UPV/EHU responde con cifras a estas preguntas para describir la realidad de los deberes en Euskadi. La tesis doctoral Análisis de los deberes escolares en la ESO elaborada por el profesor Joxe Amiama Ibarguen, del departamento de Didáctica y Organización Escolar de la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación de la UPV/EHU, confirma muchas de las percepciones de la calle, como que los chavales están estresados por la cantidad de deberes que tienen. Según la investigación, más de la mitad del alumnado de Secundaria (el 55%) afirma estar agobiado con los deberes. Pero la tesis también desmonta ideas preconcebidas que se suelen dar por ciertas, como que los estudiantes eliminarían los deberes si estuviera en su mano. Aunque suene de otro mundo, cuatro de cada diez estudiantes piensan que los deberes son un "recurso adecuado" y un 8% habla abiertamente de su "conveniencia" y necesidad. "Estudiar es nuestro deber", afirma uno de los alumnos de la muestra. Otro señala: "Los deberes son muy importantes para saber que has entendido lo que hemos hecho en clase y sabemos hacerlos solos".
La tesis concluye que "gran parte del alumnado" está a favor de los deberes pero piensa que la sobrecarga de tareas consume su tiempo de ocio para hacer deporte, descansar, jugar, estar con los amigos... Y la culpa, dicen, es de los profesores. El 65%, aun aceptando el valor de los deberes para mejorar el rendimiento, cuestiona su cantidad y la falta de coordinación del profesorado. "Creo que con los deberes se aprende pero cada profesor no se da cuenta de que tenemos más asignaturas que la suya propia. Debería haber muchos menos deberes", comenta un estudiante.
Deberes sin medida Otra conclusión interesante de la investigación es que esta opinión no es fruto de la subjetividad de los chavales. Para muestra un dato, solo el 25% de los docentes afirma conocer la cantidad de deberes que envían otros profesores en el aula. Además, a diferencia de otros países, ninguno de los centros que participaron en el estudio dispone de documentación expresa que paute y ordene el abordaje de los deberes. Así, la tesis sostiene que en Secundaria -al desaparecer el tutor de Primaria- cada profesor organiza sus deberes pero que apenas están coordinados y gestionados a nivel de ciclo y en mayor medida a nivel de aula.
"Una de las propuestas en las que estoy trabajado", afirma el profesor Amiami, es "en la racionalización de los deberes. La coordinación entre los profesores es imprescindible, sobre todo en Secundaria". Desde su punto de vista, los deberes son positivos, "está bien trabajar de manera autónoma fuera del horario escolar, pero lo que no puede ser es que sea el producto de la desorganización de los profesores y que los chavales se pasen horas haciendo deberes". Una estrategia sencilla para evitar que la jornada extraescolar se haga extenuante es que exista un "cuaderno de deberes, un registro en el que cada profesor apunte cuántos deberes ha puesto con el tiempo estimado para su realización, con el fin de poder visibilizar el nivel de tareas encomendadas", explica Amiami. Además aboga porque el Gobierno Vasco legisle, como otros países europeos, en materia de deberes para que los centros tengan planes que pongan fin a la desorganización existente.
En todos los países europeos se hace deberes, pero en algunos es una práctica regulada. En Bélgica, por ejemplo, desde el año 2011 está prohibido mandar tareas escolares hasta 3º de Primaria y limita a 20 minutos el tiempo de deberes en 3º y 4º y 30 minutos en 5º y 6º. Y desde 1956 en Francia está prohibido mandar deberes en todo el ciclo de Primaria (6 a 11 años). Por otro lado, este experto recomienda alcanzar "un consenso de los tiempos escolares (dentro y fuera del aula)" entre todas las partes implicadas. Admite que este "es un debate complejo, pero necesario", además de una demanda social, "sobre todo por el alumnado".
Más deberes en mates y lengua Según su estudio, el 30% del alumnado de ESO invierte en hacer sus tareas entre una hora y más de dos horas diarias, el 40% hasta una hora y solo el 26% menos de media hora. Lo curioso es que la mayoría de familias, profesores y estudiantes opina que se debería invertir más tiempo en la realización de los deberes. Según el autor de la tesis, esto guarda relación con la percepción de que el principal factor de mejora en el rendimiento escolar es estudiar más. Sin embargo, afirma Amiami, "hay que decir a las familias que más horas de deberes no tiene una correlación con la mejora del rendimiento". Así lo atestiguan numerosas evaluaciones, como el informe PISA que apunta que "los países que mandan menos deberes tienen los mejores resultados".
Con mucha diferencia, son los profesores de Matemáticas los que más deberes ponen. El 39% del alumnado dice que la asignatura de la que más tareas tiene es de Matemáticas, seguida de Lengua Castellana (17%) y a distancia están las Ciencias Sociales (14%), Ciencias Naturales (7%), con una presencia importante de la asignatura de Física-Química en cuarto curso de Secundaria (12%) y después están Euskera (6%) e Inglés (5%).
Los estudiantes censuran el uso sancionador de los deberes por parte de sus profesores. El 38% afirma que muchas veces le han puesto deberes como castigo y un 50%, en algunas ocasiones. No obstante, la mayoría del profesorado (76%) dice encomendar tareas para anclar los aprendizajes que se imparten en clase y el 71% del alumnado lo percibe así. Aun así, casi un 20% dice que manda deberes para ampliar su horario escolar. Este dato deja traslucir un problema cada vez más agudo en los centros. Y es que para muchos docentes el horario escolar resulta cada vez más insuficiente para completar una programación sobrecargada y se ven obligados a recurrir a los deberes como comodín para adelantar materia.
En opinión Joxe Amiami, "habría que hacer una reflexión sobre la extensión del currículum que habría que dar en la etapa obligatoria porque estamos en un callejón sin salida. La ESO se ha convertido en un cajón desastre. Y como consecuencia de la sobrecarga de trabajo que tienen, los profesores desplazan el currículum fuera del aula".
Hay otro dato impactante. Casi cuatro de cada diez estudiantes van a clases particulares no para aprender inglés o música sino para hacer los deberes. "A mí esto se sorprendió y me enojó", dice Amiami. "Si hemos desplazado al 37% de nuestro alumnado a una escuela paralela no lo estamos haciendo bien. Algo falla". Para este experto esto es malo para el profesorado "porque muchos alumnos se desconectan de la explicación del aula" porque saben que luego se lo van a volver a explicar en la academia. Y además, "deja mal al conjunto del sistema si en una educación básica cuatro de cada diez estudiantes precisan de un plus". Por todo lo dicho parece que en la escuela vasca se dice sí a los deberes, pero no así.
Generar hábitos de estudio. Quienes defienden los deberes dicen que ayudan a crear un hábito de trabajo, de orden y superación, estimulan el aprendizaje, la responsabilidad y el dominio de destrezas (razonamiento, memoria?).
Beneficios académicos.
Los psicólogos aseguran que ayudan a tener una mejor retención del conocimiento, mayor comprensión, mejor pensamiento crítico, formación de conceptos o procesamiento de la información...xx
Beneficios no académicos.
Promueven la autonomía y autodisciplina, mejoran la organización, desarrollan más la curiosidad y promueven la independencia de los estudiantes a la hora de resolver los problemas.x
Fracaso del sistema. Los detractores de los deberes consideran que representan en gran medida un fracaso del sistema educativo, que tiene que sobrecargar a niños de tareas que deberían haber trabajado en la escuela. Los niños ya deberían cumplir el proceso aprendizaje en el horario escolar.
Desigualdades. Según la confederación de padres del Estado CEAPA, los deberes provocan desigualdades sociales: que un niño los ejecute mejor o peor depende del nivel socioeconómico y cultural de su familia y de su entorno. Mientras unos padres intentan ayudar a sus hijos, otros recurren a clases particulares o academias, otros muchos no tienen ni el nivel educativo ni el dinero para poder pagar esos apoyos.