VIGO. Fue el propietario del piso, ubicado en la tercera planta de un edificio en la avenida de Castelao, quien dio aviso a la Guardia Civil cuando acudió a limpiar el inmueble, que había tenido alquilado, y se encontró con un arcón congelador sellado, algo que le infundió sospechas.

Los agentes del instituto armado tuvieron que forzar el congelador para poder abrirlo y en su interior encontraron el cadáver descuartizado.

La investigación, que está desarrollando la Policía Judicial de la Guardia Civil, se encuentra bajo secreto de sumario.