Bilbao - "Se nos están escapando muchos niños con altas capacidades y a los que tenemos detectados no les estamos dando una respuesta suficiente". Para remediarlo la vicepresidenta de la Asociación para el desarrollo integral de menores con altas capacidades, Elisa Álvarez, insta al Gobierno Vasco a que "valore a todos los niños de cuatro años y, a partir de ahí, elabore estrategias".

¿Tener un hijo con alta capacidad intelectual es una suerte?

-La familia no lo vive así. Tú les dices que su hijo tiene un potencial estupendo, pero desarrollarlo, muchas veces contra marea, no es fácil. Las familias tienen un gran pudor. Les da vergüenza contar en el centro sus sospechas. Piensan que les van a contestar: ¿Tan listos sois vosotros?

¿Les han llegado a decir eso?

-Hay un clasismo claramente definido. Si eres economista, se presupone que igual no vas tan desencaminado, pero si eres albañil, eso casi se descarta. Es una vergüenza.

¿Los padres ocultan en su entorno la potencialidad de sus hijos?

-Muchos no se lo dicen ni a la familia. Este colectivo todavía está metido en el armario. Yo conozco a unos padres que le decían al niño: "Acuérdate de que en la calle no sabes leer".

A juzgar por el relato de las familias, que se reconozca una alta capacidad no parece tarea fácil.

-Muchas veces los niños llegan rebotados de los psicólogos y los servicios de salud porque no han sabido darle una explicación a eso y lo único que les pasa es que necesitan una atención específica para poder desarrollar su potencial de aprendizaje.

Los centros no siempre les apoyan.

-El problema es que a veces les dicen: "Yo no lo veo", porque la sensación es que tiene que sacar las mejores notas de clase, cuando una alta capacidad es más fácil que saque siempre muy buenas notas en una asignatura a que tenga un expediente académico brillante.

A menudo fracasan en los estudios.

-Un 65% de los niños con sobredotación fracasa en el sistema escolar y empieza muy pronto, en Primaria, a repetir cursos.

¿Por puro aburrimiento?

-O por otras cuestiones, como que han aprendido a leer y han aprendido mal o no han elaborado estrategias para escribir porque han aprendido tan pronto que les parece una pérdida de tiempo y escriben mal.

Alcanzada la adolescencia, ¿llegan a retar a los profesores?

-Los creativos, que siempre buscan tres pies al gato y no reconocen la autoridad, son capaces de poner en ridículo al profesor. Una cría escribió en el encerado Aré lo que pude. La profesora se descargó: "Tú, que eres tan lista...". La niña le dijo: "También existe el verbo arar". O eres capaz de no ponerte a su altura o atente a las consecuencias.

¿Se relacionan bien con los niños?

-Algunos se relacionan muy bien y son líderes naturales y a otros les cuesta más encajar. Una madre me contaba que su hijo había hablado y andado precozmente, pero que no podía ser una alta capacidad porque tenía amigos. Sigue en el inconsciente colectivo que son casi como sociópatas solitarios y no es cierto.

Algunos se sienten rechazados...

-Hay veces que sufren acoso, pero depende mucho de sus características y de la necesidad que tengan de expresar lo que saben. Cuando tienen mucha, el resto no los acepta. Otros se mimetizan y les va mejor.