madrid - Uno de cada tres ciudadanos se muestra tolerante con ciertos comportamientos de violencia de género como el control del agresor a la víctima o las amenazas verbales, aunque al ser preguntados por si consideran inaceptable este tipo de agresiones el 92% responde que sí. Son datos del Estudio Percepción social de la violencia de género 2013, realizado por el CIS con 2.580 entrevistas a mayores de edad y residentes en España, entre el 19 de noviembre y el 3 de diciembre del pasado año 2012, presentado ayer en público por la secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Susana Camarero.
El rechazo a la violencia de género es generalizado cuando en cuanto se refiere a agresiones físicas y sexuales (el 98%), pero persiste en un tercio de la población la aceptación de distintos tipos de maltrato en las relaciones de pareja. En este sentido, el 32% de los hombres y el 29% de las mujeres encuestados estiman que es inevitable o aceptable en determinadas circunstancias la violencia de control sobre la pareja, y el 17% también admitirían las amenazas verbales y la desvalorización en la pareja, si responden hombres, y en el 14%, si son mujeres.
el concepto La respuesta es diferente cuando se pregunta por el concepto general de violencia de género, el 92% cree que es totalmente inaceptable, el 5% que es algo inevitable que siempre ha existido y el 2% que es aceptable en algunas circunstancias. "No todo el mundo tiene claro qué es la violencia de genero. Es necesario hacer más pedagogía", alertó el sociólogo Gerardo Meil, responsable del informe, quien destacó que persisten estereotipos y tradiciones arraigadas como el de que si sufren maltrato es porque las víctimas lo consienten, lo que piensa el 35%.
Además, cuatro de cada diez personas encuestadas exculpa a los agresores porque "suelen tener alguna enfermedad mental", una condescendencia, que según el sociólogo, se aprecia tanto en hombres como en mujeres, en todos los niveles de estudios y también en las diferentes edades. Los encuestados en el estudio opinan que nueve de cada diez víctimas aguantan la violencia de género por los hijos y que dos tercios de las mujeres que sufren malos tratos los soportan porque son dependientes económicamente del maltratador.
Respecto al alcance total de la desigualdad de género, hay una clara percepción de que existen bastantes y marcadas diferencias, sobre todo entre las mujeres, que así opinan el 72% (el 49% de los hombres). Las desigualdades se dan en el mundo laboral y en el ámbito de la conciliación familiar y profesional, pero no en el acceso a la educación, tal y como señaló ayer la secretaria de Estado, quien opinó convencida que "las cosas empiezan a cambiar", aunque queda mucho trabajo por delante.
"Todavía hay personas que a les cuesta identificar la violencia psicológica y el control sobre la pareja de su ropa, los horarios o que justifica los celos", consideró Camarero, quien aprovechó además para alertar de muchos de estos patrones de conducta se repiten entre los más jóvenes. Por ello, anunció que la próxima campaña Hay Salida va a estar dirigida a sensibilizar a los adolescentes para que puedan detectar las primeras señales de maltrato.
conocimiento Sobre el conocimiento de víctimas en el entorno más cercano, tres de cada diez conocen algún caso (de amigos el 34%, vecinos el 19%, familia cercana 12% y otros familiares el 13%). En dos de cada tres casos hay niños que son testigos o víctimas de violencia de género. A lo hora de presenciar o conocer algún caso de maltrato, seis de cada diez de los encuestados llamaría a la Policía, dos se enfrentarían al agresor, otro llamaría la atención de otras personas que podrían ayudar y el resto no haría nada o no contestó.
La mayor parte de los encuestados por el CSI creen que los servicios públicos deberían coordinarse para atender mejor a las víctimas y que serían más eficaces. En general, los encuestados consideran que las campañas de sensibilización ayudan a concienciar a la sociedad sobre la violencia de género (el 79 %) y que ayudan a las mujeres a tomar conciencia de su situación (el 77 %). Ocho de cada diez cree que las víctimas no denuncian por miedo, seguido de los que piensan que no lo hacen por sus hijos (el 33 %) y por vergüenza (el 28 %). - Efe