Bilbao - Osakidetza está priorizando la atención a las personas con algún trastorno mental. De hecho, el año pasado, más de 84.200 pacientes fueron atendidos en los diferentes servicios de Salud Mental del sistema vasco de salud, 45.000 de ellos en Bizkaia. El lehendakari Iñigo Urkullu visitó ayer el Hospital Psiquiátrico de Zamudio junto con el consejero de Salud, Jon Darpón, y el director general de Osakidetza, Jon Etxeberria, incidiendo en la necesidad de mejorar la atención a la salud mental. De hecho, durante 2013, el 24,3% de las mujeres y el 15,5% de los hombres presentaron síntomas de ansiedad y/o depresión. No en vano, los datos de la encuesta de salud corroboran que los varones vascos sufren menos trastornos de tipo psiquiátrico que las féminas.

Urkullu puso de manifiesto que la depresión es la tercera causa de muerte entre la juventud, según la Organización Mundial de la Salud. "La mitad de las personas que desarrollan desórdenes mentales padecieron los primeros síntomas a los 14 años. Son datos reveladores de que la misión de Osakidetza es prestar una salud cercana y de calidad", subrayó el lehendakari. "Y lo hacemos con un enfoque avanzado de recuperación personal y social del paciente, apoyando a la familia y a su entorno más cercano. La atención a la salud mental es exponente de una política social avanzada, de un país avanzado, de una sociedad integradora y comprometida que no abandona a nadie a su suerte", sentenció.

Tal y como destacó en el curso de esta visita el consejero de Salud, Jon Darpón, la salud mental es una de la áreas prioritarias recogidas en el Plan de Salud 2013-2020 y se establece, como objetivo del Departamento de Salud y del Gobierno en su conjunto, su promoción, teniendo en cuenta las diferencias sociales y de género. Y es que está estadísticamente comprobado que al descender en la escala social, se agravan este tipo de patologías.

el plus humano "Somos conocedores del impacto personal y familiar que causa una enfermedad mental y somos conscientes de la importancia del factor humano en la atención. Por eso, quiero subrayar el grado de implicación de los profesionales de este servicio público que demuestran con su trabajo el compromiso con las personas. Osakidetza tiene interiorizado la necesidad de avanzar en la prevención y en la atención", afirmó Urkullu, quien viene realizando en los últimos meses diversas visitas para conocer de primera mano los distintos equipos de profesionales de Osakidetza, ya que se trata del servicio con el que la ciudadanía vasca tiene a diario más contacto.

El lehendakari quiso agradecer a los profesionales su implicación y su buen hacer, añadiendo que el "plus humano" que ofrecen tiene como resultado la mejora de la calidad de vida personal, familiar y social de toda la población atendida. "El servicio vasco de salud tiene claro que hay que avanzar en la formación de profesionales, la investigación, la calidad y la prevención de estas patologías", recalcó.

comunidad pionera Por su parte, Jon Darpón recordó que "sin salud mental no hay salud". Una declaración de principios que fue acuñada por la OMS. Y una frase sencilla y clara que expresa la transversalidad de este área médica. El consejero repasó el recorrido de la salud mental que "en Osakidetza ha sido largo y muy positivo en resultados" desde que la asistencia psiquiátrica se prestaba solo desde el ámbito de la beneficencia. Por ello, en el actual Plan de Salud 2014-2020 es uno de los campos asistenciales destacados. "Es una muestra de la relevancia de la salud mental y es un ejemplo de que tenemos que hacer hincapié en la población más frágil", aseveró.

"Hemos evolucionado, se ha mejorado y en Euskadi la salud mental ha sido pionera y alumna aventajada a nivel organizacional, aunque es cierto que todavía queda trabajo por hacer", manifestó, para añadir que en la actual legislatura la salud mental "también tiene que buscar su espacio de confluencia". En este sentido, remarcó que este área ha jugado un papel destacado como referente sociosanitario, profundizando en la colaboración con distintas instituciones para abordar mejor el trastorno mental grave.

Por ello, destacó el trabajo realizado por el Consejo de la Salud Mental del País Vasco y recordó que "próximamente se renovará para encarar una nueva andadura". Darpón se refirió positivamente a las personas que han hecho posible la transformación de la salud mental con su "labor callada y su atención a uno de los colectivos más estigmatizados de la sociedad".

Para dar servicio a estas patologías cada vez más prevalentes en las sociedades modernas, la CAV cuenta con tres redes de salud mental, una por cada territorio, y a esto se suma los servicios de Psiquiatría en los hospitales de Cruces, Basurto, y Galdakao-Usansolo en Bizkaia, Donostia en Gipuzkoa, sí como el de Santiago del HUA, en Araba.

Desde hace más de 20 años, Osakidetza es pionera en el desarrollo del modelo comunitario, desplegando un proceso de desinstitucionalización de pacientes ingresados en los hospitales psiquiátricos y un intenso desarrollo de dispositivos comunitarios. La red de salud mental de Bizkaia, desde su creación en marzo del 2010, asume dicho modelo que permite mantener al paciente en su ámbito más cercano, evitando hospitalizaciones innecesarias. Para ello, está impulsando y potenciando servicios que permitan responder mejor a la necesidades de los usuarios.

Amplia red. En la actualidad la red de salud mental engloba tres hospitales; 25 centros de salud mental, de los que, cuatro se dedican a la atención infanto-juvenil y otros 21, a adultos.

Equipo multidisciplinar. Además, cuenta con quince hospitales de día; un hospital de día de Adicciones; un centro terapéutico educativo y cinco equipos de tratamiento comunitario.

La red de salud mental de Bizkaia atiende el trastorno mental moderado y grave, así como las adicciones y los trastornos mentales leves en colaboración con la Atención Primaria. Esta red ha sido la primera en integrar los servicios para favorecer una atención comunitaria.

El programa Lehenak implanado en la red vizcaína permite la detección y el abordaje precoz de las personas que sufren un primer episodio psicótico.