GASTEIZ. Por ello, el Departamento de Salud ha divulgado una serie de precauciones "para evitar posibles complicaciones" y se aconseja, entre otras cosas, vender y adquirir los pescados sin vísceras o retirarlas lo antes posible.
También se recomienda cocinar el pescado para que se alcancen los 60 grados en el interior de la pieza (diez minutos a esta temperatura destruyen al parásito), es decir cocinar al horno, a la brasa o a la plancha y abrir el pescado para garantizar que se alcanzan 60 grados. En ningún caso se debe de consumir crudo o marinado.
Otro modo de eliminar el anisakis es congelar el pescado a -20 grados durante 24 horas, pero los frigoríficos domésticos de 3 estrellas o más necesitan más tiempo para alcanzar la temperatura suficiente, por lo que se recomienda congelar durante 7 días.
El Departamento de Salud ha asegurado que se realizará una "vigilancia permanente" tanto en los mercados de abastos como en los restaurantes para comprobar que se toman las medidas adecuadas y evitar así riesgos para los consumidores.
En su nota el Ejecutivo recuerda que el anisakis es un contaminante natural y habitual de pescados marinos y cefalópodos, que generalmente se encuentra en las vísceras y que con una preparación y un tratamiento culinario adecuado, se evita el riesgo de intoxicaciones.
El Departamento de Jon Darpón recalca además que la presencia de anisakis que se ha detectado en las anchoas que han entrado en los puertos vascos "no es óbice para que el consumo de pescado siga formando parte de una dieta equilibrada y variada siempre que se tomen las medidas indicadas".
La infección por anisakis presenta en un diez por ciento un cuadro de trastornos intestinales y de estos casos un uno por ciento deriva en manifestaciones alérgicas.
Los síntomas digestivos o intestinales más comunes causados por la presencia del parásito en el estómago o el intestino son náuseas, vómitos y dolor abdominal de diferente localización según el punto en el que penetra el parásito.
Lo más frecuente es un dolor intenso en la boca del estómago (epigastrio) unas horas después de la ingestión, pero pueden aparecer cuadros obstructivos si el parásito llega al intestino, obligando en ocasiones a cirugía del abdomen.
Cuando la infección desencadena reacciones alérgicas, éstas son similares a las producidas por el marisco, que van desde urticarias leves (prurito y lesiones cutáneas) hasta la más grave anafilaxia que puede causar shock y peligro vital, aunque sólo se produce en ocasiones.