Bilbao - La radiografía de los hogares retrata un modus vivendi que está cambiando a marchas forzadas. Solos, envejecidos y ¿tristes? Nada de comedores llenos y niños apelotonados en el sofá, las viviendas son ahora casas desocupadas con cada vez menos personas dentro donde solo se oye el eco de la tele. El País Vasco es la tercera comunidad autónoma, por detrás de Asturias y de Castilla y León, con menos habitantes por hogar, 2,41, frente a la media estatal de 2,53. Así se desprende de los datos de la Encuesta Continua de Hogares 2013 difundida por el Instituto Nacional de Estadística.
En este retrato familiar de puertas adentro, en Euskadi también se observa una notable reducción en el tamaño de las familias. El modelo se parece cada vez menos a esa ruidosa y polimórfica familia que reflejaban hace unas décadas las películas en blanco y negro. Así, los hogares vascos más habituales son los unipersonales, que suman el 26%, y los que están formados por dos personas, que alcanzan el 32%.
Similar al censo de población y vivienda, pero a nivel más pormenorizado, la encuesta de los hogares dibuja una radiografía ocupacional donde cada vez más ciudadanos viven solos o no tienen hijos. En el 46% de los domicilios la gente reside sin ninguna compañía o son habitados por parejas sin descendencia.
La longevidad de la población, una caída anual de los nacimientos de en torno al 2%, y una sociedad más independiente han propiciado que la pareja se configure como la fórmula más frecuente en hogares que son día a día más minúsculos. En el Estado español, los más frecuentes, tres de cada diez, son los formados por dos personas (5,54 millones). Los matrimonios siguen superando con creces a las parejas de hecho con un 86% frente al 13,7 %. Las parejas heterosexuales también son muy superiores -con el 99,3 % del total- frente al 0,7 % de las homosexuales. De éstas últimas, el 56 % están formadas por hombres y el 44 % restante por mujeres.
Los manchones urbanos con interminables urbanizaciones se han convertido en vecindarios fantasmas. El número de personas que viven solas en el Estado continua aumentando y ya son 4,41 millones (el 24% del total). Son, además, mayoritariamente edificios sin menores. Atendiendo al número de niños, hay 3,94 millones de parejas sin hijos, lo que representa el 21% de viviendas, cuando hace diez años, eran 17,3%. Las familias sin hijos han aumentado en casi 1,5 millones desde 2001, y si se comparan con los años 90, el aumento es de dos millones.
En vías de extinción En cuanto a los hogares con hijos, se contabilizan 2,98 millones con uno solo y 2,80 millones con dos. Por su parte, el número de parejas que viven en la algarabía de tres o más churumbeles es de 586.400, lo que representa el 3,2 % del total de hogares. Y es que las familias numerosas son una especie en vías de extinción. Frente al 55 % de los hogares formados por una o dos personas, los de cinco o más sólo suponen el 6% del total (1,10 millones), con un tamaño medio de 5,3 personas.
Aunque no es bueno que el hombre/mujer esté solo, parece que muchas veces es mejor solo que mal acompañado porque los hogares unipersonales mantienen su tendencia al alza. La encuesta indica que en el Estado hay 4.412.000 hogares unipersonales, es decir, formados por una única persona, lo que supone un aumento del 5,2% respecto a los datos del último censo. Se trata de un fenómeno global que los expertos relacionan con el progreso de los países, aunque aquí la gran parte de estas viviendas están ocupadas por pensionistas.
El INE asegura que "la propensión a vivir solo es diferente según sexo y edad". Es más elevada en los hombres hasta que llegan a 55 años, y mayor en las mujeres a partir de 65 años. Casi uno de cada cuatro hombres entre 40 y 44 vive solo. Y lo hace algo más de una de cada cuatro mujeres a partir de 75 .
De los datos se desprende que los hogares monoparentales (compuestos por uno de los progenitores con hijos) están en su mayoría formados por madre con hijos (1.412.800), frente a los 294.900 de padres que conviven con sus retoños.
Sin embargo, los chavales siguen sin poder abandonar el nido. De hecho, respecto a la forma de convivencia de los jóvenes, una de cada tres de las 6.353.800 personas de entre 25 y 34 años todavía no se ha independizado y lo más frecuente es que vivan con sus padres. Y es que, aunque se viva solo o en compañía, otro dato irrefutable es que el 78,9% de los hogares ocupa viviendas en propiedad, bien sea con hipoteca pendiente o sin ella.
Casas desocupadas. La CAV es la tercera comunidad con menos personas por hogar, 2,41.
En Euskadi la reducción en el tamaño de las familias es una tendencia en la última década.
32%
Son de dos personas, los unipersonales suman el 26%.
Miembros por hogar
Con tres personas21,1%
Con cuatro personas16,6%
Con cinco o más4%