BILBAO. Se trata del primer marcapasos diseñado para trabajar con la tecnología de electrodos tetrapolares, que disponen de un avanzado diseño que ayuda a los médicos a tratar las complicaciones habituales de esta técnica sin necesidad de exponer al paciente a intervenciones quirúrgicas adicionales.

Estos dispositivos se implantan a pacientes con insuficiencia cardiaca para ayudarles a sincronizar el corazón con un ritmo de bombeo adecuado.

El marcapasos consta de varios electrodos o cables que deben ser colocados en áreas concretas del corazón, muchas veces de difícil acceso, y que requieren una cirugía prolongada que no está no exenta complicaciones.

Esos electrodos aumentan las opciones del médico para colocarlos en las áreas que ofrezcan el mayor beneficio y las mínimas complicaciones en el implante y el seguimiento.

Con estos dispositivos, el hospital de Basurto, centro sanitario de Osakidetza de referencia en Bilbao, dispone de una nueva herramienta para el tratamiento de una patología que padecen más de 26 millones de personas en todo el mundo y cuyo índice de prevalencia "no ha dejado de aumentar en las últimas décadas", según el Servicio Vasco de Salud.

La insuficiencia cardiaca se da cuando un corazón débil ya no es capaz de bombear la sangre suficiente para satisfacer las demandas del organismo, lo que normalmente se debe a la incapacidad del músculo cardiaco para contraerse o relajarse correctamente.

La doctora María Fé Arcocha, del Servicio de Cardiología del hospital bilbaíno, ha destacado que la nueva tecnología hará "más accesible" el tratamiento de pacientes con insuficiencia cardiaca y terapia de resincronización.

El nuevo marcapasos "evitará complicaciones, reintervenciones quirúrgicas y la posibilidad de ofrecérselo a pacientes más complejos y a otros en los que no había sido posible previamente", lo que mejorará el pronóstico de los pacientes y "también su calidad de vida", ha agregado la doctora Arcocha.