vitoria. El Plan de Salud 2013-2020 no es solo una hoja de ruta de políticas sanitarias para los próximos años sino que es un "contrato social con la ciudadanía", según puso ayer de relieve el consejero Jon Darpón, ya que persigue eliminar la desigualdad en salud y fomentar la cultura de la vida sana. Entre sus aspiraciones más concretas, este libro blanco pretende reducir la incidencia del cáncer entre los vascos en un 10% hasta el año 2020. Darpón, quien desgranó ayer las grandes líneas acompañado por la directora de Salud Pública y Drogodependencias, Miren Dorronsoro, aseguró que el plan constituye una "herramienta fundamental que pone en el centro a las personas".
Bajo el lema Osasuna: Pertsonen eskubidea, guztion ardura; La salud: derecho de las personas, responsabilidad de todos, se diseñan 146 acciones específicas para alcanzar 35 objetivos. "No nos hemos planteado quimeras, sino cosas cumplibles", aclaró Dorronsoro. El plan mira al norte ya que ha tomado como referencia las estrategias de los países más avanzados como Dinamarca, Finlandia, Noruega, Suecia, Países Bajos, Inglaterra o Irlanda.
Este documento, que supone la continuación del anterior plan (2002-2010), incluye novedades importantes al establecer que la salud no depende exclusivamente del sistema sanitario. "Consideramos esencial primar la promoción de la salud y fomentar una cultura de vida sana; desde la acción coordinada de las instituciones, por supuesto, pero sobre todo con la implicación de las personas como agentes activos, concienciados y comprometidos con su propia salud", argumentó Darpón.
Además va a ser la primera vez que un plan de salud sea liderado por un lehendakari ya que Iñigo Urkullu asume personalmente el compromiso con las políticas de salud. "Supone un contrato social ante el conjunto de la ciudadanía vasca que refleja el compromiso del Ejecutivo con el sistema sanitario como pilar fundamental del estado de bienestar", puso de manifiesto el consejero. Además una evaluación anual y un seguimiento exhaustivo permitirá analizará el grado de cumplimiento.
los mayores, en el punto de mira Cinco son los campos de actuación que basan esta declaración de intenciones. El primer área se refiere a la equidad y tiene por objeto "fortalecer un sistema sanitario equitativo y de calidad, e incorporar la salud y la equidad en salud en todas las políticas públicas". El segundo, volcado en las conductas saludables contempla propuestas en educación física, en alimentación saludable y prevención de la obesidad. También asume estrategias de salud sexual; prevención de tabaquismo y alcoholismo, drogadicción, así como la promoción de la salud mental y emocional.
Las otras tres están ligadas a colectivos muy concretos de población. En el primero de ellos, el Plan pondrá el foco sobre los enfermos que padecen cáncer, diabetes, ictus, enfermedades cardiovasculares y respiratorias, además de las enfermedades raras y mentales. "El objetivo es intervenir para disminuir la morbimortalidad y la dependencia de las enfermedades con mayor impacto en las personas, así como formular objetivos específicos para los problemas de salud más relevantes, con especial atención a los que presentan cronicidad y dependencia", se señala.
En este sentido, el plan fija objetivos específicos como la reducción en un 10% de la incidencia del cáncer en los próximo seis años, reducir un 20% el tabaquismo o recortar entre un 10% y 15% el sedentarismo.
En una sociedad que se enfrenta a un envejecimiento galopante, un colectivo estratégico es el de las personas mayores. Por ello se definen propuestas encaminadas al envejecimiento saludable y al mantenimiento de su autonomía frente a la dependencia, ya que se prevé que para 2020 se incremente en 50.000 los vascos con más de 85 años. "Si vamos a vivir más de 100 años, pretendemos que el mayor tiempo posible sea libre de discapacidad", dijo Dorronsoro.
Por último, se hace hincapié en el segmento de los menores, al que se pretende proteger con líneas de promoción de la salud infantil. Por ejemplo se impulsaría un plan de prevención de la obesidad infantil ya que, como recordó la directora de Salud Pública, el 12,2% de la población entre 4 y 18 años es obesa y el porcentaje de chicas adolescentes sedentarias llega al 60% (los chicos se quedan en un 35%).