El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, afirmó ayer que en las protestas de este fin de semana en Burgos hubo "infiltrados", grupos violentos "itinerantes" cuyo único interés no es la reivindicación de los vecinos, sino "el ejercicio de la violencia", y por ello subrayó la necesidad de la futura Ley de Seguridad Ciudadana que prepara el Gobierno. Martínez aseguró que en estas protestas se "parapetan" algunos "grupos violentos, algunos bien conocidos", y "tremendamente violentos" que participaron en manifestaciones en Madrid y también en Castilla y León. Por eso, el secretario de Estado de Seguridad defendió que ante esta situación hay que dar una "respuesta firme", que "en ocasiones la da el Código Penal" pero en otras hay que "buscar un marco jurídico preciso". En el caso de Burgos, Martínez apuntó que entre los 40 detenidos hay 11 menores y que "alguien debe hacerse responsable de los destrozos provocados, sus padres o tutores", que es lo que persigue precisamente la reforma.