madrid. El PSOE está convencido de que muchos de los diputados del PP están "avergonzados" por la reforma del aborto y por ello registró ayer en el Congreso una proposición no de ley para que se celebre en este mismo mes un pleno extraordinario, en el que se aborde la retirada del anteproyecto y en el que el voto de los diputados sea secreto.
Según la portavoz parlamentaria socialista, Soraya Rodríguez, "mucha gente" en el PP no comparte el anteproyecto y que no ve bien que la derecha española tenga que recibir la "vergonzosa felicitación de un fascista como Le Pen".
"Esta ley sólo ha recibido los aplausos de Rouco Varela, del fascista Le Pen y de un supernumerario como Cotino. Y en el PP hay mucha gente que se avergüenza", insistió Rodríguez.
La ley del aborto fue también criticada por el grupo parlamentario de IU-ICV-EUiA-CHA por considerarla, en palabras de Gaspar Llamazares, "cavernaria, oscurantista e inquisitorial".
Para Gaspar Llamazares, esta reforma no solo "se ensaña con las mujeres" y "nos retrotrae al pasado, no a la ley de 1985", sino que además va contra la historia y la realidad del país y del PP y "sólo se identifica con la caverna". En estas circunstancias, según el diputado de IU, esta ley "cavernaria" no puede entrar de esta forma en el Congreso de los Diputados, con lo que tiene que revisarse antes de convertirse en proyecto de ley.
Una opinión que hizo al PSOE e IU pedir una reunión inmediata de la Diputación Permanente para que acuerde la comparecencia en el Congreso de los ministros de Justicia y Sanidad, Alberto Ruiz Gallardón y Ana Mato, respectivamente, para que expliquen este anteproyecto que, a su juicio, es más propio de la época anterior a la democracia.
Además, el PSOE pidió también que comparezca en el Congreso antes de febrero la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, bajo cuya presidencia del Consejo de Ministros se aprobó este "vergonzoso" anteproyecto, según dijo la portavoz socialista.
Al hilo de lo anterior, invitó a presidentes autonómicos como José Antonio Monago, que se ha manifestado en contra de la reforma, a reunirse con los diputados de sus circunscripciones para emplazarles a oponerse a la iniciativa.
No son de la misma opinión en las filas del PP, según el secretario general del grupo popular en el Congreso, José Antonio Bermúdez de Castro. "No va a haber fisuras" a la hora de apoyar la reforma de la ley del aborto, porque el partido tiene una "posición clara" que plasmó en su programa electoral, según aseguró Bermúdez de Castro.
De esta forma, descartó que vaya a haber parlamentarios populares que no apoyen esta reforma. Incluso aseguró que los diputados del PP "siempre votan libremente" aunque, añadió, "en coherencia con lo que defiende" el programa del partido.
La posición de los populares sobre el aborto "es clara" y así se ha plasmado en congresos y en los órganos de decisión que aprobaron el programa, insistió el secretario general del grupo, quien también aseguró que no hay temor a que vaya a haber diputados que rompan la disciplina de voto.
Bermúdez de Castro insistió en que el aborto "no es un derecho", que "ningún organismo internacional" lo define como tal, y que es "un drama", una decisión "traumática" que tiene que ser siempre "una excepción".
"consenso" de 1985 Por eso, incidió en que la reforma busca la "defensa de la vida" y vuelve al "consenso" de la normativa de 1985, que funcionó durante veinticinco años hasta que el Gobierno de Zapatero lo "rompió" de forma "unilateral" y provocando en el país una "gran fractura" sobre esta cuestión.