melilla. Manar Almustafa es una joven siria de 30 años que escapó de su país con quemaduras en el 90% del cuerpo, después de que una bomba cayera en su domicilio en Homs y matara a una parte de su familia, entre ellas a su hija, y mutilara a otros miembros junto a los que llegó a Melilla hace dos meses.
Manar huyó de la guerra por diferentes países, como Líbano, Egipto o Argelia y, al llegar a Melilla, creyó haber conseguido por fin una solución al calvario que ha vivido durante más de un año, pero se topó con un amplio proceso burocrático que le ha impedido salir de la ciudad autónoma para poder ser atendida de sus graves heridas. Manar Almustafa necesitaba urgentemente salir de Melilla, como se lo aconsejaron en el Hospital Comarcal, el único centro hospitalario de la ciudad y que carece de una unidad de quemados que pueda atender las graves y dolorosas heridas que sufre esta inmigrante.
Ha sido necesario que su caso obtuviera relevancia pública para que las autoridades españolas decidieran intervenir. Ayer, ante las presiones recibidas el Gobierno concedió el asilo a Manar Almustafa, que será trasladada a la península en las próximas horas o días para ser atendida de sus heridas.
excusas oficiales Lo siguiente han sido las excusas. Fuentes de la Delegación del Gobierno en Melilla explicaron que la mujer no requiere una operación urgente, sino que precisa una cirugía reparadora progresiva que exigiría un periodo largo de intervenciones. La joven siria, que inició los trámites para la solicitud de asilo hace unas dos semanas, ha puesto "como condición" para salir de Melilla que también sea tramitada la solicitud de asilo de "todos los integrantes de su unidad familiar", si bien Interior no ha revelado ningún detalle sobre esta petición expresa de Manar. La Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, ha pedido a la Secretaría General de Inmigración que una orden de protección internacional que ha sido admitida a trámite.
La representante de CEAR Sur, Lourdes Navarro, cuando esta ONG tuvo conocimiento de la estancia de esta familia en Melilla se encontraban "hacinados" en una vivienda con miedo incluso de salir a la calle, aunque entre ellos había varias personas con necesidad de atención médica. Navarro incide en que "no existe justificación ni amparo legal ninguno para esta política" por la que no se permite a solicitantes de asilo en las ciudades autónomas viajar por el resto del país. Decenas de personas quedan así "atrapadas" en Ceuta y Melilla porque el Gobierno alega que en virtud del acuerdo europeo de libre circulación, tiene la obligación de restringir la circulación de personas también en sus fronteras internas.
Este acuerdo, conforme destaca la representante de CEAR, es aplicable a personas y mercancías, pero "nunca" puede esgrimirse en los casos de solicitantes de asilo con la petición admitida a trámite, porque no son migrantes ni extranjeros sin más, sino ciudadanos que cuentan con una autorización legal para residir en España, en cualquier lugar de España, mientras las autoridades estudian su petición. De hecho, si en seis meses no han resuelto, el permiso que ostentan para estar en el país les permite también trabajar.
Sobre este asunto se han pronunciado reiteradamente el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, el Defensor del Pueblo y el Relator Especial sobre Derechos Humanos de Naciones Unidas, sin embargo, el Gobierno no ha alterado esta práctica que, según CEAR, está provocando que muchas personas merecedoras del estatuto de refugiado que viven actualmente en Ceuta y Melilla hayan declinado pedir la protección para tener alguna posibilidad de viajar a la Península.
"Es muy significativo que de las 194 personas sirias que se encuentran en la ciudad de Melilla, solamente 12 hayan solicitado asilo. Este hecho responde a la restricción de movimientos a que se ven sometidos los y las solicitantes de asilo en las ciudades de Ceuta y Melilla, que viola el principio de libre circulación contemplado en la Constitución Española y la Ley de Asilo", explicaba CEAR con motivo del lanzamiento de su campaña 'Abre tus puertas a Siria'.
En total, 2,3 millones de personas refugiadas han huido de Siria buscando refugio, fundamentalmente a los países vecinos de Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto. Sólo una ínfima parte, 24.110 personas en 2012, ha dirigido su petición a un país europeo. El año pasado, sólo 255 personas consiguieron llegar a España y pedir la protección, según CEAR, porque la política de fronteras de la UE está "abocando a las personas refugiadas a seguir rutas cada vez más peligrosas y entregándoles a los traficantes de personas".