La policía federal de Amberes tiene nuevos detalles sobre la desaparición de Hodei Egiluz y trabaja con datos que hasta ahora no habían trascendido y que, sin embargo, no han servido para desentrañar el misterio de su desaparición, cerca de los muelles donde el servicio de protección civil y la policía federal de Bélgica lo han buscado al menos en tres ocasiones. En un reportaje elaborado para el programa de sucesos Faroek, de la cadena privada VTM y emitido esta semana, la Policía hacía una reconstrucción de los últimos movimientos conocidos del joven vizcaíno. En la emisión, su aita Pablo Egiluz, volvía a recordar cómo era su hijo y hacía un emotivo llamamiento a la ciudadanía flamenca en busca de posibles testigos.

"En el momento en el que recibimos la llamada de su amigo sabíamos que algo malo le había pasado porque no era normal. Hodei es una persona muy responsable y que no hubiese ido a trabajar no iba con él. Ni siquiera no aparecer el domingo ni el sábado. Era muy responsable", recuerda en un reportaje de casi siete minutos en el que se cuenta la historia del joven informático vasco. "Cuando vivía con nosotros salía a dar una vuelta con los amigos y si decidía quedarse a cenar o un poco más tarde nos llamaba y nos decía: voy a ir un poco más tarde", prosigue su aita.

Según la reconstrucción realizada por la policía federal, Hodei se despedía de sus amigos al filo de las tres de la madrugada en la puerta del bar De Vuile was. Media hora después lo sitúan en la calle Sukerrei, delante del ayuntamiento de Amberes. Lo que hizo durante esa media hora es todavía una incógnita aunque piensan que podría haberse quedado charlando con alguien en el camino. A partir de ahí en lugar de dirigirse directo hacia su casa, cerca de la estación de tren, lo habría hecho, no saben muy bien por qué, hacia Scheldekaai, la calle que discurre paralela al río Escalda, en dirección hacia Brouwervliet, una avenida por la que circulan muchos coches y también transitada por gente.

"Puede ser que alguien le haya visto porque hay muchos pasajes, gente que vuelve a casa tras una noche de fiesta. Llevaba un pañuelo palestino y era de noche, puede que a alguien no se le haya escapado este detalle", explica en el vídeo el policía Frans van Saelen que confirma que las cámaras de seguridad lo vuelven a situar poco después cerca del barrio rojo. De ahí tienen constancia que se dirigió hacia la zona del museo MAS y el puerto, de nuevo en Brouwersvliet, porque hay testigos que apuntan a que fue asaltado en esa zona. "Pensamos que empezó a correr en dirección contraria a los coches. Buscamos conductores que pudieran haberlo visto corriendo contrasentido", añadía. Le pierden la pista a las 4.10 de la madrugada, a unos 500 metros de los muelles Willem y Bonaparte donde la policía federal ha desplegado en varias ocasiones un dispositivo de búsqueda con submarinistas y perros especializados que no ha dado hasta el momento ningún resultado. "Era muy muy feliz aquí. Le gustaba Amberes, le gustaba su jefe, le gustaba su trabajo, tenía amigos y la primera intención era quedarse aquí a conocerse a las gentes, trajo la bici para andar por aquí y se puso a estudiar neerlandés porque quería integrarse en la sociedad", explicaba su aita pidiendo de nuevo la colaboración ciudadana.

Pablo Egiluz decía conmovido; "Hemos venido aquí a por Hodei, y queremos volver con Hodei. Lo que pediríamos a la gente es que nos ayude a encontrarlo. Necesitamos a Hodei porque es parte de nuestra vida", explicaba en un reportaje emitido en la noche del pasado miércoles. "Es medio corazón mío y de mi mujer. Si no lo encontramos, no podremos vivir. Necesitamos encontrarlo", añadía. Unas palabras desgarradoras emitidas apenas un día antes de que familiares y amigos se concentraran ayer de nuevo en Galdakao pero también en Amberes, en la confluencia de las calles Brouwersvliet y Falconplein, el último lugar en el que lo sitúa la policía federal antes de perder definitivamente su pista.