BILBAO. Bruselas ha suavizado las reglas para los barcos que pescan merluza del "sur" (Cantábrico, Golfo de Cádiz o Portugal) y cigala cantábrica, con el fin de reducir la antelación con la que están obligados a avisar de su llegada a puerto, según publica hoy el Diario Oficial de la Unión Europea (UE).

En concreto, la Comisión Europea (CE) ha aprobado un reglamento que reduce a dos horas y media el plazo en el que los buques dedicados a esas especies deben avisar a las autoridades de su intención de desembarcar; en la actualidad lo deben notificar por lo menos cuatro horas antes.

De esta forma, según la normativa, Bruselas acepta una petición formulada por el Gobierno español para que disminuyera la antelación con la que los buques deben efectuar esa comunicación.

Esta modificación "mejorará de manera notable e importante la actividad de los más de 200 buques actualmente incluidos en los planes de recuperación de la merluza y cigala", según ha informado el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, en un comunicado.

Beneficiará a barcos con puerto base en Andalucía, Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco, que operan en los puertos del Cantábrico Noroeste y del Golfo de Cádiz.

Las reglas sobre el control pesquero establecen un plazo mínimo de notificación de cuatro horas para los buques, pero, según ha señalado el Ministerio, la Administración española "asumió una demanda del sector" y solicitó la deducción aprobada por Bruselas.

España argumentó que las flotas españolas (de bajura) dedicadas a merluza o cigala ibérica faenan en general más cerca de la costa y a una distancia inferior a dos horas y media de las oficinas de autoridades de control.

En su momento, flotas como la de artes menores de Galicia se quejaron del incremento de la burocracia en la UE, por exigencias relacionadas con las comunicaciones por vía electrónica a las que están obligados estos barcos y por aspectos como la anticipación que se les exige para notificar el momento de sus descargas.

La regulación publicada hoy beneficiará a los arrastreros de fondo, rederos y palangreros dedicados a la merluza austral y cigala en el mar Cantábrico y en noroeste de la Península Ibérica; también a los arrastreros de fondo que extraen merluza en aguas australes.

La excepción afectará a buques de otros países que extraigan esos dos recursos y tengan la intención de desembarcar pescado en puertos españoles.

El Ministerio ha subrayado que el plazo temporal aprobado es suficiente para permitir "el desplazamiento de los servicios de inspección españoles para realizar los correspondientes controles en puerto, conciliándolo con la actividad extractiva habitual de la flota", según el comunicado.