bilbao. "Nos preocupa mucho que los chavales salgan con ganas de comerse el mundo y terminen bebiéndoselo", explica gráficamente el director general de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), Ignacio Calderón, que no cesa en sus campañas para intentar frenar el alcohol entre los adolescentes. Si según los expertos, la edad de inicio al consumo de alcohol se situaba hasta ahora en los 13,7 años, se ha detectado que ha descendido hasta los doce. "Eso no quiere decir que la inmensa mayoría de los adolescentes esté bebiendo antes, sino que hay una vanguardia, un colectivo que roza la infancia, que se acerca antes al consumo. Hablamos de niños y niñas de doce años", sentencia con severidad Teresa Laespada, investigadora del Instituto Deusto de Drogodependencias. "Nos preocupa mucho ese grupo porque presenta conductas muy destructivas y algunos terminan en las urgencias de los hospitales que ya han dado la señal de alarma", advierte. "Numéricamente aún son pocos pero, sin embargo, deben encender la alerta de lo que se nos viene encima como no seamos capaces de atajarlo".

Y es que son demasiados los adolescentes que ingieren alcohol de forma intensiva y peligrosa. La última encuesta sobre salud revela que tres de cada cuatro escolares vascos han tenido algún contacto con el alcohol y uno de cada cuatro, consume alcohol todas las semanas, especialmente los fines de semana. Unos datos tan preocupantes que el Gobierno Vasco ya ha anunciado que presentará a principios del próximo año un plan para reducir el consumo de alcohol.

La directora de Salud Pública y Drogodependencias del Gobierno Vasco, Miren Dorronsoro, afirmó ayer mismo que el Departamento de Salud se plantea hacer una nueva ley en materia de adicciones para abordar las llamadas adicciones sin sustancia y el abusivo consumo de alcohol por parte de los menores. Esta ley abordaría este fenómeno de exceso de alcohol por los menores de edad y las adicciones sin sustancia, como se consideran a internet o al juego patológico. El consejero Jon Darpón, aseguró, por su parte que el plan que se ultima incluirá medidas normativas y acciones sectoriales para hacer ver que "la asociación fiesta/alcohol/juventud no es positiva".

Y es que beber no es ningún juego aunque las borracheras se hayan convertido en el pan nuestro de cada fin de semana. Para Ignacio Calderón, "el alcohol es el protagonista indiscutible de las noches de ocio juveniles, llegando a producirse el consumo de atracón, en el cual casi un 29% de chicos y un 18% de chicas se pueden tomar cinco o seis copas en un periodo de dos horas". "Nos escandalizamos con los datos alarmantes sobre borracheras adolescentes, pero nos olvidamos de que está omnipresente en nuestra sociedad, en nuestras relaciones y en nuestras fiestas", matiza.

las niñas, en el punto de mira La infantilización del alcohol es un fenómeno en alza. "Tiene mucho que ver con que los procesos de adolescencia se han ido adelantando. Antes, con 12 o 13 años éramos niños y desarrollábamos comportamientos infantiles y, sin embargo, ahora a los niños que empiezan a entrar en la adolescencia no les tratamos como a críos. Y entonces sin querer, a pesar de que la psicología dice que no están maduros, tienen móvil, disponen de llaves, de dinero, entran y salen... y les damos el rol de adolescentes", aclara Laespada en su papel de socióloga.

Pero además de los infantes que se incorporan a la birra y a los destilados, hay otro colectivo de riesgo. "Hasta el año 2002-2004 veíamos que la tasas de consumo prevalentes siempre eran mucho mayores entre los chicos. Sin embargo, poco a poco detectamos que las chicas se acercan peligrosamente a los consumos de los chicos. Peligrosamente porque la mujer tiene mucha menos tolerancia metabólica hacia el alcohol", subraya la experta del Instituto de Deusto de Drogodependencias. "Las chicas beben prácticamente lo mismo y deben saber que se tienen que bajar dos estaciones antes que sus compañeros -a nivel de alcohol-. Con lo cual, una situación de igualdad genera desigualdad", incide.

Esos consumos desmedidos de las chicas provocan comas etílicos porque hacen uso del alcohol en igualdad de condiciones que los chicos pese a que su cuerpo no es capaz de asimilar la misma cantidad. Lo saben bien en la DYA, que no pocas veces han tenido que conducir sus ambulancias hasta una zona de botellón para atender a jóvenes (prácticamente niños) que habían ingerido más alcohol que el que su cuerpo podía asimilar.

Sin embargo, para Darpón, el problema no son tanto los casos de comas etílicos que se dan, "que son pocos", sino el hábito extendido del consumo de alcohol en fiestas. "El espectáculo muchas veces es poco edificante y entendemos que hay un problema de tolerancia social y de salud", insiste.

borrachera y cerebro Vomitonas aparte, pocos chavales son conscientes, sin embargo, de los daños que les genera una sustancia que pueda dañar irreversiblemente el cerebro. Cada vez que te emborrachas te vuelves un poco más tonto es el contundente lema de la nueva campaña que ha lanzado la Federación de Ayuda contra la Drogadicción para sensibilizar a los jóvenes de los riesgos. En esta ocasión el mensaje se centra en alertar sobre los daños cerebrales que provocan estas ingestas. "Nos preocupa el espacio que ocupa el alcohol para los jóvenes. Se ha creado una cultura del ocio en la que el exceso de alcohol es el eje fundamental. Todo se celebra bebiendo", critica el director de la FAD, Ignacio Calderón, por lo que reivindica concienciar a la sociedad de los peligros a largo plazo de estas prácticas.

Porque el alcohol destroza el cerebro. En especial a los jóvenes, a quienes les provoca daños irreversibles, que afectan a su inteligencia, a su capacidad para pensar y a sus estudios. "Los expertos ya han demostrado los daños cerebrales causados por el abuso, sobre todo hasta los 25 años, cuando el cerebro todavía se está formando", precisa Calderón. "También dicen todos los estudios que el desarrollo evolutivo de este órgano - casi con total exactitud- no se termina de realizar hasta los 21 o 25 años. Por eso si dejáramos hablar a los neurólogos igual dirían que hay que subir la edad para consumir alcohol hasta los 21", concluye Laespada a modo de advertencia.