Aunque Hodei Egiluz, el joven vizcaíno desaparecido en la localidad flamenca de Amberes en la madrugada del 18 al 19 de octubre, sigue sin ser localizado por las autoridades belgas la investigación policial y judicial puesta en marcha tras la denuncia cursada por familia y amigos comienza a dar algunos frutos. La Fiscalía de Amberes confirmó ayer la segunda detención en tres días ordenada por el juez que instruye el caso, la de una mujer de 45 años que consideran está relacionada también con la desaparición del joven de Galdakao.

El primer arresto, según los detalles confirmados ayer por la fiscalía a través de un comunicado de prensa remitido a los medios de comunicación, se produjo el pasado domingo cuando era detenido un joven de 25 años que, horas después de la desaparición de Hodei Egiluz, habría intentando sacar dinero en un cajero automático con la tarjeta de crédito del joven ingeniero informático vasco. Una persona, precisaron ayer desde la fiscalía, ya conocida por policía y justicia lo que apunta a que podría estar fichado aunque las autoridades no confirmaron este extremo. Según publicaba la semana pasada la prensa flamenca, el joven habría intentado sacar dinero hasta en tres ocasiones en un cajero de un barrio conocido por acoger uno de los museos símbolo de la ciudad.

En cuanto a la mujer, sin relación familiar con el detenido el pasado domingo, el portavoz de la fiscalía rehusó dar detalles sobre su vinculación exacta con el caso para salvaguardar una investigación que sigue en marcha con el objetivo de descubrir "lo antes posible" qué ha sido del joven que trabajaba en una empresa tecnológica de la capital de Flandes desde marzo de este año. Ambos detenidos, según confirmó a este diario la fiscalía, han negado su participación en la desaparición de Hodei Egiluz, en paradero desconocido desde hace ya once días tras despedirse de un amigo en el centro de Amberes.

Se trata del segundo anuncio que realiza la policía federal belga desde el pasado 22 de octubre cuando publicaban un aviso de búsqueda en el que se hacía un llamamiento a posibles testigos, en paralelo al protocolo habitual de búsqueda por hospitales y rastreo de cámaras de videovigilancia. Según datos de la policía judicial, cada año se emiten unos 300 avisos, de ellos entorno a 115 desapariciones consideradas preocupantes y ejecutados a petición de la fiscalía o el juzgado de instrucción. Según la misma fuente, uno de cada tres expedientes difundidos de esta forma se resuelve gracias a testimonios de testigos. Testigos que de momento no han podido echar luz sobre dónde está Hodei Egiluz. Las autoridades belgas mantienen total prudencia sobre posibles hipótesis de una desaparición que mantiene también en alerta a la Ertzaintza.