BILBAO. Los miembros del grupo guipuzcoano han aterrizado en el aeropuerto de Loiu sobre las 13.00 horas procedentes de Madrid tras volar durante la noche desde México.
Para salvaguardar su intimidad, han salido por una puerta lateral, donde les esperaban algunos familiares y han abandonado el aeropuerto en coche sin hacer declaraciones.
Los cuatro miembros de Delorean, grupo formado en 2000 en Zarautz, Gipuzkoa, habían señalado previamente en un comunicado que la "situación de terror" que vivieron allí "de virtual tiene bien poco".
"Lo que ocurrió durante las siguientes treinta horas desde que fuimos secuestrados fue una experiencia en dónde las amenazas de muerte eran absolutamente reales", subrayaban.
Delorean atribuye esa situación "de terror" que vivieron "a la manipulación psicológica de la que son capaces los captores, auténticos profesionales del secuestro".
Los cuatro integrantes del grupo musical vasco habían llegado a México para participar en un festival como parte de una gira por América, pero entre el domingo y el lunes pasados fueron amenazados por desconocidos, que los obligaron a quedarse en un hotel del barrio capitalino de Roma.
Fuentes oficiales mexicanas confirmaron que se trató de un "engaño telefónico", que sufrieron los músicos por parte de desconocidos que los contactaron y los obligaron a quedarse, bajo amenazas, en un hotel, sin que hubiera contacto físico entre las partes, en lo que se conoce como "secuestro virtual", una modalidad de extorsión que se está extendiendo cada día más en el país.
Los cuatro integrantes del grupo fueron "liberados" gracias a la colaboración entre las policías de España, Euskadi y México.
"Gracias al fantástico trabajo de la Policía Nacional, Ertzaintza, Interpol y Policía Federal de México fuimos rescatados en la tarde del martes por policía armada de nuestro lugar de arresto", asegura Delorean en el comunicado, en el que exculpan "a este maravilloso país que es México" y que "tan bien" les ha tratado "siempre".
Los integrantes del grupo señalan que este suceso les podría haber ocurrido "en cualquier lugar del mundo", y esperan que su situación llame la atención "sobre este tipo de abusos para que ninguna otra persona pueda convertirse en víctima en el futuro".
"Ha sido una experiencia muy difícil para nosotros y nuestra familias", añaden en su comunicado.