salvagoro, la asociación de amigos de Sierra Salvada, sigue en su empeño de acercar a la ciudadanía el extenso y valioso patrimonio que alberga este entorno natural, de cara a promover su conservación y mantener en ella actividades ancestrales tales como el pastoreo. De hecho, el colectivo acaba de lograr una subvención por parte del departamento vasco de Medio Ambiente por la que va a construir cierres en bocas de simas y cuevas, de cara a proteger del diente del ganado la flora de interés, al tiempo que se evitará la muerte de ovejas, caballos y vacas por despeñamientos. "Nos parece un ejemplo claro de cómo los intereses de los ganaderos y la conservación del medio no deben estar enfrentados sino que han de ser complementarios", explica Enrique Arberas, miembro de Salvagoro.

El motivo de que Lakua haya accedido a conceder una ayuda económica a esta asociación de promoción cultural está en el acuerdo de custodia del territorio que Salvagoro firmó, el pasado julio, con el órgano en el que están representados todos los pueblos que tienen aprovechamiento de pastos y recursos de esta zona, la Junta de Hermandad de la Sierra Salvada, para que llevara a cabo acciones de recuperación medioambiental en ocho simas y cuevas situadas en ese enclave ayalés.

"La custodia del territorio es un instrumento de conservación de la naturaleza o del patrimonio cultural que va tomando cada vez más fuerza. Consiste en la cesión de un terreno propiedad de una entidad pública o de un particular a una entidad, generalmente una asociación sin ánimo de lucro, para que ésta gestione ese terreno y lleve a cabo actuaciones concretas de mejora del patrimonio natural o cultural", subraya Arberas, al tiempo que explica que el convenio alcanzado con la Antigua Hermandad de Sierra Salvada "va encaminado a la gestión de las bocas de algunas simas y cuevas, y de algunas ereas, que son las repisas por donde se accede desde la sierra al casco".

Y es que en el cantil de la sierra y en las bocas de algunas simas vive una comunidad florística de especial interés, con especies de plantas típicas de altas montañas tales como el Pirineo o la Cordillera Cantábrica, que sobreviven en algunos paredones y cortados de las sierras de los montes vascos, como es el caso de Sierra Salvada.

"La entrada del ganado a esos lugares conlleva la desaparición de estas plantas por ramoneo, a la vez que se producen frecuentes despeñamientos de cabezas de ganado en el cantil de la sierra cuando el ganado se adentra en esos lugares generalmente buscando hierba fresca", matizan desde Salvagoro, que invertirá la ayuda del Gobierno Vasco en la construcción de los citados cierres.

Ésta no es la primera vez que esta asociación obtiene el respaldo de las instituciones para llevar a cabo trabajos de protección de su amada sierra. De hecho, ya en septiembre de 2011 sorprendió con la presentación de un informe de medio millar de páginas, realizado con la ayuda del Departamento foral de Medio Ambiente, que recopilaba datos referentes a la actividad del pastoreo tradicional con oveja latxa que se ha desarrollado históricamente en la citada serranía, al tiempo que analizaba la situación actual y hacía propuestas de cara al mantenimiento de esta actividad en declive.

El citado estudio también englobaba una recopilación y puesta al día de los restos arqueológicos de la sierra asociados a lugares funerarios, asentamientos pastoriles anteriores a las actuales majadas, y loberas, así como información sobre yacimientos paleontológicos. Pero no se trata de algo cerrado. De hecho, Salvagoro continuará realizando todo tipo de trabajos que ayuden a conservar cualquier actividad que tenga como escenario la Sierra Salvada. Hasta el momento, la asociación ha recuperado un mapa de Ayala de 1930 del Marqués de Atxa y ha digitalizado todo el archivo fotográfico de Félix Murga. Ahora le ha llegado el turno a este otro proyecto que demuestra que ganadería extensiva y naturaleza se complementan.