Roma. Italia despertaba ayer con la noticia de una nueva tragedia ocurrida en aguas de la isla de Lampedusa, con el naufragio de una embarcación en la que viajaban cerca de 500 personas, de las cuales cerca de 200 perdieron la vida entre los que cayeron al mar y los que quedaron atrapados en el casco de la embarcación. Por otro lado, 155 de los pasajeros fueron rescatados con vida, y el resto permanecían desaparecidos al cierre de esta edición. Durante toda la jornada, los servicios de socorro rescataron de las aguas del Mediterráneo cuerpos sin vida, que fueron trasladados a los muelles de la isla, mientras que los buzos de la Guardia Costera localizaron entre los restos de la embarcación, que se encuentran a media milla de Lampedusa, decenas de cadáveres. Según el testimonio de algunos de los supervivientes, que aseguraron ser de nacionalidad eritrea y somalí, la embarcación, que inició su travesía en las costas de Libia, se incendió y acabó volcando, con lo que todos los pasajeros cayeron al mar, quedando atrapados algunos de ellos bajo la estructura de la barcaza. "Cuando hemos llegado cerca de la isla, hemos decidido de encender un fuego, incendiando la cubierta, para llamar la atención, pero el puente estaba sucio de gasolina: en pocos segundos el barco ha quedado envuelto por las llamas, muchos de nosotros nos hemos lanzado al agua gritando mientras el barco volcaba", relató uno de los supervivientes, según Il Corriere della Sera. La alarma fue dada por dos pesqueros. Algunos indicaban que el fuego pudo ser originado por un cortocircuito, mientras que la alcaldesa de Lampedusa, Gyusi Nicolini, aseguraba que, según los testimonios de los supervivientes, fueron los propios pasajeros los que encendieron un fuego para ser localizados, puesto que no pudieron contactar con los servicios de rescate a través de un teléfono.
Además, varias personas, señaladas por los propios inmigrantes, fueron interrogadas ayer en relación con delitos de tráfico de personas. En concreto, un hombre de nacionalidad tunecina, reconocido por algunos supervivientes, como sospechoso de ser el responsable de la embarcación. La isla de Lampedusa se encuentra en el mar Mediterráneo, a medio camino entre Libia y Túnez y la isla italiana de Sicilia. Al este, se sitúa la isla de Malta. Es considerada como una de las puertas de acceso a Europa por los inmigrantes. La tragedia se produjo tan solo 24 horas después de la llegada de otra embarcación con 463 inmigrantes, que fueron rescatados. "No sabemos dónde meter ni a los vivos, ni a los muertos", lamentó la alcaldesa de Lampedusa, Giusy Nicolini, consciente de que la situación también es dramática en el centro de acogida de la isla, en el que actualmente se alojan 1.350 personas a pesar de que tiene una capacidad para cerca de 300.