vitoria. La asociación de ciclistas Bizikleteroak lanza el guante al alcalde de Gasteiz para que vaya más allá de las zonas 30 y reduzca la velocidad de los coches por las calles de la ciudad de 50 a 30 y 20 kilómetros por hora, si quiere que las bicis circulen por el asfalto con garantías de seguridad. Es una de las dos alegaciones presentadas por el colectivo a la ordenanza reguladora que está a punto de ser aprobada. Ayer acabó el plazo para presentar las enmiendas oportunas y en total el gabinete de Javier Maroto ha recibido una veintena. Además de los bicicleteros, Equo ha presentado siete propuestas. El resto corresponde a particulares.

A día de hoy, las velocidades máximas autorizadas en el casco urbano van de 20 a 50 kilómetros por hora. Bizikleteroak propone modificar la norma y rebajar las velocidades máximas a 30 km/h en todas las vías urbanas y travesías, y 20 km/h en calles de la ciudad con plataforma única de calzada y acera. No obstante -dice-, se podrá de forma excepcional circular por encima de los 30, sin rebasar los 50, en determinadas calles reguladas por decreto. La asociación de ciclistas urbanos justifica su petición argumentando que la puesta en marcha de las 47 zonas de calmado de tráfico por las que ya se circula a 30 ha servido para mejorar la seguridad vial. Ante situaciones inesperadas, los vehículos que circulan a 30 necesitan la mitad de espacio para detenerse que los que van a 50. Y el riesgo de sufrir un accidente se reduce a la mitad. Además, en caso de percance, las consecuencias para la víctima no pasan de una serie de contusiones. Sin olvidar que los niños, las personas mayores y quienes tienen reducida su movilidad pueden cruzar la calle de forma más segura. Al margen de la seguridad, Bizikleteroak apunta otra razón: a menos velocidad, menos emisiones contaminantes y menos ruido.

zonas peatonales La segunda alegación presentada por los bicicleteros de Gasteiz hace referencia a las zonas peatonales, donde el Ayuntamiento apuesta por dar prioridad a los viandantes prohibiendo el paso de las bicis a determinadas horas punta por el centro. Ahora es habitual que las bicicletas circulen por aceras, paseos y plazas.

Bizikleteroak respalda esta iniciativa, está de acuerdo en que, como norma general, se prohíba la circulación de ciclos y bicicletas por espacios peatonales. No obstante, señala algunas excepciones. En primer lugar, que se permita el paso de las bicis cuando menos peatones haya en las calles. También en zonas peatonales con más de tres metros de anchura, libre de obstáculos, salvo que en la calle exista una vía ciclista, la velocidad esté limitada a 30 o señalizada como calle residencial. En segundo lugar, cuando el ciclista sea un menor de 14 años; en tal caso, uno o más adultos podrán acompañar al chaval. Y cuando quien conduzca el ciclo sea una persona con movilidad reducida; en tal caso, también una o más personas podrán acompañarle.

El colectivo deja claro, no obstante, que la autorización para circular por espacios peatonales estará condicionada a que haya pocos viandantes y sea posible manejar la bici sin necesidad de hacer quiebros o maniobras bruscas.

La ordenanza de la bici está a punto de entrar en vigor. El gabinete Maroto prevé que sea a finales de este mismo mes o principios de noviembre. Para que el cambio no sea demasiado brusco y la ciudad se vaya acostumbrando a la nueva normativa, Bizikleteroak plantea al Ayuntamiento que hasta que se consiga una pacificación real de las calles, reduciendo la velocidad a 30 km/h, se permita circular por las aceras fuera de las zonas 30, siempre y cuando la afluencia de peatones lo permita y respetando su prioridad de paso. La asociación lleva desde 1999 defendiendo la bicicleta como un estilo de vida sano, limpio, barato, y promoviendo la movilidad urbana sostenible de Vitoria. "Hemos colaborado con el Ayuntamiento en la construcción de una Gasteiz, modelo de ciudad ciclable, de la que nos sentimos orgullosos y también somos conscientes de la necesidad de regular los derechos de los peatones, defendiendo su primacía", señalan los portavoces del colectivo. "Estamos dispuestos a asumir la pérdida del derecho que suponía poder circular por las aceras, siempre que se reconozca que ir por la calzada es un derecho de los ciclistas y se actúe para que existan las máximas garantías de seguridad", añaden.

En Vitoria -según los datos de la Policía Local-, en los últimos años se han producido miles de colisiones entre vehículos: 4.340 en 2009, 3.930 en 2010, 4.188 en 2011 y 3.830 en 2012. Es decir, una media de 4.072 al año. "No es difícil imaginar las consecuencias de un choque con una bicicleta (..)". Si el Ayuntamiento no tiene en cuenta esta realidad -apuntan los bicicleteros-, habrá muchos ciudadanos que guarden la bici en el camarote por miedo a circular por el asfalto junto a los automóviles.