santiago de compostela. La madre de la niña de 12 años de edad hallada muerta la madrugada del domingo con evidentes signos de violencia en las cercanías de Santiago de Compostela, ha sido imputada por la Guardia Civil por un delito de homicidio, informaron ayer fuentes de la investigación. Las mismas fuentes precisaron que el visionado de las cámaras de seguridad aportaron datos cruciales para los investigadores del caso.
La abogada Rosario Porto fue detenida ayer debido a "incongruencias y ambigüedades" y por "versiones contradictorias" sobre la desaparición de la menor, según indicaron fuentes policiales. Una de esas presuntas "incongruencias y ambigüedades", han apuntado fuentes próximas al caso, sería que una de las cámaras visionadas por la Policía grabó a la madre y a la niña en el interior de un coche a una hora en la que, según el testimonio de Rosario Porto, la pequeña ya habría sido dada por desaparecida.
En el informe elaborado por la policía tras la primera declaración en comisaría de los padres de la menor, Rosario Porto Ortega declaró que mantenía una "excelente" relación con la niña, de origen chino y a la que adoptaron cuando tenía un año.
En este documento se dice que "nunca han tenido ningún problema con la menor, con la que tienen una excelente relación", y que "tampoco tienen conocimiento de ningún problema en el centro escolar".
La desaparición de la niña, según consta en la denuncia, se produjo entre las siete de la tarde y las nueve y media de la noche del pasado sábado 21 de septiembre.
Pocas horas después, el cadáver de la pequeña apareció en una pista del municipio de Teo que discurría paralela a la carretera AC-841, próxima a Santiago de Compostela.
La madre, que compareció en comisaría con su exmarido, contó en su declaración a la policía que ella misma dejó a su hija en su domicilio, "realizando sus tareas escolares", mientras ella salió a la calle "a realizar unas gestiones, no dejando la puerta cerrada con llave".
Cuando regresó, sobre las 21.30 horas el sábado, pudo "comprobar que la puerta se encontraba cerrada con llave y la alarma del inmueble conectada, encontrándose la casa en perfecto estado". Rosario Porto contó a los agentes que esta situación no le resultó "extraña", "ya que su exmarido vive muy próximo a su casa (escasos 25 metros) y su hija en numerosas ocasiones va al domicilio de su padre, con el que tanto ella como la declarante tienen muy buena relación", proseguía el testimonio. Una vez que echó en falta a su hija, Rosario Porto, se puso en contacto con su exmarido "pensando que su hija pudiese estar con él, siendo dicha gestión infructuosa".
La menor decía la madre "nunca ha salido de casa sola hasta hoy; solamente en una ocasión y salió con una amiga hasta las 20.30 horas".