vitoria. La Comisión Antisida de Álava, que ejerce una labor de voluntariado muy importante con la población reclusa del territorio, ha detectado en los últimos tiempos un cambio de perfil entre las personas que de un día para otro pierden su libertad. Miguel Ángel Ruiz, presidente del colectivo, sí matizó ayer en su comparecencia ante las Juntas Generales que "la selección social" propia de los centros penitenciarios sigue existiendo, porque la población extranjera ronda el 40% y también proliferan las personas "sin recursos económicos y con muy bajos niveles educativos", además de una "sobredimensión de personas gitanas", sobre todo mujeres, y de otras con problemas de toxicomanías y con enfermedades.
Sin embargo, Sidálava ha comenzado a detectar un pequeño boom de personas presas jóvenes procedentes "de los barrios de Vitoria", también de otros pueblos de Álava y de Euskadi, una realidad "nueva" para Ruiz. "Estamos viendo a muchos más jóvenes de lo que era habitual en los últimos tiempos. Jóvenes de los barrios de Vitoria que con delitos muy pequeños acaban en las prisiones, porque llevan mucho tiempo sin trabajar, porque no tienen formación... Por eso, una de nuestras ideas es que los presos necesitan menos ayudas y más educación, más recursos educativos", reflexionó Ruiz.