Vitoria. Su empeño y resolución es agotar las zonas de penumbra en las que se cobija la corrupción social, política y económica. Pero para ello necesitan más recursos humanos y materiales, y mecanismos más eficaces para poder combatir un vicio inseparable de toda sociedad. Así lo denunciaba ayer la Fiscalía Vasca al tiempo que alertaba de que esa falta de medios conlleva la imposibilidad de completar la investigación de esos delitos y, por tanto, la impunidad de aquellas personas que los cometen.
El informe anual elaborado por los ministerios fiscales de los tres Territorios Históricos constata, eso sí, que la mayoría de los expedientes abiertos en los juzgados vascos amontonados en la carpeta Corrupción están relacionados directamente con la época del boom de la construcción "en la que la sociedad en general y las administraciones en particular disponían de una gran cantidad de recursos económicos que daban lugar a una actividad de contratación y gasto que incurrían en muchos casos en prácticas ilegales", describe la Memoria correspondiente al año pasado.
Repaso a los fallos Unos recursos de los que carece la Administración de Justicia, a tenor de las valoraciones reflejadas en ese informe, para poder sentenciar un correctivo "real y eficaz" ante estos episodios. Así, y tras hacer un repaso a los fallos de funcionamiento detectados, la Fiscalía de la Comunidad Autónoma Vasca concluye que ninguno de los órganos "disponen de medios personales ni materiales adecuados y suficientes para hacer frente a este preocupante fenómeno, la lucha contra el cual no ha de ser meramente circunstancial sino estructural" en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.
Esta denuncia formal y argumentada por parte de la institución presidida por Juan Calparsoro fue ayer secundada por el Gobierno vasco, que mostró su compromiso de continuar colaborando con el Ministerio Fiscal en la lucha contra esta lacra social. Según expresó el consejero de Justicia, Josu Erkoreka, el ánimo y la tenacidad evidenciada por los fiscales en su afán por desterrar la corrupción social, política y económica "está en sintonía" con las líneas maestras del Ejecutivo vasco. No obstante, el consejero recordó que hay muchas cuestiones relacionadas con este asunto sobre las que no está "en su mano" adoptar medidas.
Reprimenda incluida En cualquier caso, la Fiscalía Vasca insistía en la exigencia de perseguir esta tipología delictiva, más allá de formalidades. En este sentido, una de las reflexiones contenidas en esa Memoria también plantea una autocrítica con reprimenda y apercibimiento público incluido. Observa, en este sentido, que "hay que cuestionar la actuación que la Fiscalía del Tribunal de Cuentas viene realizando en los últimos tiempos, que a futuro ha de sustituirse por un proceder más activo".
Este desalentador escenario no es, sin embargo, capaz de doblegar al claustro de fiscales de Bizkaia (51, distribuidos entre Bilbao y Barakaldo donde intervienen nueve de ellos), Gipuzkoa (29) y Araba (12) que no pierden el pulso al día a día y al sentir generalizado de la población. Así, expresan que la batalla en los tribunales contra estos ilícitos jurídicos y morales "ha de ser estructural mediante el establecimiento de mecanismos de control administrativo y político, y la dotación a la Administración de Justicia de medios materiales, personales y normativos" a fin de poder responder con todo el peso de la ley.
Las demandas presentadas por la Fiscalía Vasca son consecuencia del quehacer diario de una plantilla de casi un centenar de efectivos que, no obstante, son insuficientes para dar carpetazo a todos los expedientes que desfilan por sus mesas. De hecho, en innumerables ocasiones, su trabajo se convierte en un auténtico tormento agravado por la falta de medios y mecanismos.
Una circunstancia que la Memoria judicial resume de la siguiente forma: "La realidad diaria de las fiscalías provinciales ante este fenómeno es descorazonadora y no se puede calificar de exagerada o pesimista la afirmación de que los mecanismos de que se ha dotado a la Administración de Justicia a tal fin son escasos, por no decir inexistentes".
"Destinada al fracaso" Y es que, según se alega en ese informe en estas dependencias judiciales de Bizkaia, Gipuzkoa y Araba, "donde se ventilan más del 80% de las causas de corrupción, se encuentran ante una precariedad de medios materiales y humanos que hacen que afrontar una causa de estas características sea una tarea poco menos que titánica y, en muchos casos, destinada al fracaso". Este hecho, reiteraban los fiscales, "se traduce en investigaciones que se alargan en el tiempo, cuando no se paralizan de manera indefinida" y, como consecuencia, "la impunidad de comportamientos muy graves".
Además, la Fiscalía asegura haber comprobado que "la determinación de la autoría se mezcla con cierto grado de certeza de que por encima del autor material, cuya firma consta, existen superiores jerárquicos o personas de cierto peso e influencia".
"En los fenómenos de corrupción existen quienes están de acuerdo en que se mantengan estructuras que facilitan y permiten el fraude, porque se benefician indirectamente de las mismas" y de este modo, esos delitos "van manchando y haciendo partícipes a una cadena de personas" dentro de la propia administración pública, zanjaban.