Bilbao. La Fiscalía Vasca escarba en el meollo del rompecabezas político, social y económico que representa la corrupción y filtra una serie de orientaciones con el objetivo de enmendar fallos judiciales. Principalmente, se refieren a la necesidad de corregir los procedimientos y dar mayor importancia a la investigación policial a fin de conocer, por ejemplo, la relación entre imputado y testigo "como única forma de poder realizar una valoración adecuada" de los testimonios.

También hacen mención a la conveniencia de habilitar cauces de comunicación con otras administraciones y tener acceso a bases de datos de contenido mercantil. Tampoco descuidan otro aspecto fundamental: la especialización de los fiscales y el cambio del modelo procesal, con investigación por parte del titular que sería complementada en la fase de enjuiciamiento con una especie de tribunal de expertos. Eso sí, el primer punto para poder atender las demandas de la sociedad y erradicar la corrupción tiene que ver, entiende la Fiscalía Vasca, con la mayor prevención administrativa y con una mayor conciencia social. Las bases parecen puestas, ya que los procedimientos abiertos por delitos contra la Administración Pública han descendido un 33,98% entre 2011 y 2012, al pasar de 103 expedientes incoados a 62.