vitoria. En Vitoria agosto empieza a ser ya un mes más normal de lo que probablemente muchas personas quisieran. La contención en el gasto obliga a muchas familias a quedarse en casa sin poder gozar de unas vacaciones, mientras cada vez más comercios optan por permanecer abiertos este mes buscando unas ventas que antes daban por perdidas. Sin embargo, por mucho que el tiempo pase y con él el contexto de la ciudad y sus ciudadanos, hay cuestiones que permanecen invariables pese a que cada vez afecten a más personas. Aquellos vitorianos que se desplacen a diario en los autobuses urbanos bien pueden atestiguarlo.

Como cada año, Tuvisa opta en agosto por ampliar las frecuencias de los buses de diez a quince minutos en unos casos y de quince a treinta en otros como la línea 3 o la línea 9. Un para unos pequeño y para otros gran contratiempo que les obliga a salir antes de casa. El problema llega cuando en lugar de apurar esos quince minutos el autobús se retrasa más de lo previsto prolongando aún más una espera que a nadie gusta afrontar para llegar a su destino. "Somos conscientes de que como todo trabajador los conductores de Tuvisa necesitan sus vacaciones y por eso en agosto la periodicidad baja. Es lógico, pero la realidad es que en agosto cada vez se queda más gente en Vitoria", apunta Joseba Martínez de Guereñu, presidente de la asociación de vecinos Salburua Burdinbide antes de subrayar que "no se puede tomar a todas las líneas de autobús por igual".

"No es lo mismo un barrio como Arana, que están a diez minutos andando del centro, que Arkaiate o Larrein, que están a más de media hora y además sus vecinos tienen que pasar por sitios desangelados. En unos barrios tienen unas necesidades y en otros otras en función del tipo de gente que vive", inciden desde la asociación de vecinos de Salburua. Cada mes de agosto el Ayuntamiento de Vitoria reduce la flota de autobuses urbanos en aproximadamente una veintena como respuesta al descenso en el número de pasajeros que acostumbra a producirse por estas fechas. Si durante el resto del año Tuvisa ronda el millón de usos mensuales, este mes los guarismos se reducen hasta situarse en algo más de 700.000 usuarios.

"El problema lo tiene la gente que se queda aquí en agosto y sigue teniendo necesidad de usar el transporte público. Cada vez son más y creo no habría que recortar los horarios", sostiene Leila Martín, de la asociación Zabalgana Batuz, que coincide con su homólogo de Salburua a la hora de destacar que en los barrios nuevos y más alejados del centro "la necesidad de desplazarse es mayor". "Al final la gente recurre a su vehículo particular por mucho que el Ayuntamiento presuma de ciudad verde. Tiene que ofrecer un servicio eficiente, y aquí en Zabalgana, donde seguimos sin centro cívico, de salud ni centros educativos, mucha gente está casi obligada a usar el transporte público también a lo largo de este mes". En definitiva, parece que agosto no es mes para viajar en urbano.