Quienes transitaban por las sierras de Urbasa y Entzia allá por el verano de 1970 se vieron sorprendidos por la marcha de una serie de vehículos militares, con distintivos de la división blindada del VII Ejército de los Estados Unidos. No se trataba de una invasión americana, que por otra parte habría sido innecesaria en aquellos tiempos, sino del rodaje de la película Patton, dirigida por Franklin J. Schaffner, con guión de Francis Ford Coppola, y protagonizada por George C. Scott, quien obtuvo el Oscar a la mejor interpretación masculina, que el actor rechazó alegando que para él la ceremonia de los Oscar era "un desfile de carne". En consecuencia no asistió a la gala de entrega de premios, con la excusa de que prefería quedarse en casa viendo un partido de hockey por televisión. Patton consiguió otros seis Oscar, entre ellos el de mejor dirección artística a un equipo en el que figuraba el asturiano Gil Parrondo.
De aquel rodaje todavía queda un vehículo volcado en la zona de Larragorri, en las proximidades del puerto de Opakua. Personalmente recuerdo haber visto la ladera de Urbasa por la que asciende la carretera desde Olazti, cubierta de vehículos destrozados, en lo que se suponía era un paisaje después de la batalla. Pero ésa no ha sido la única ni la primera película que se ha rodado en Agurain y los montes de los alrededores. La más antigua de la que se tiene noticia es Amaya, dirigida en 1952 por Luis Marquina, una adaptación muy libre de la novela Amaya o los vascos en el siglo VIII de Francisco Navarro Villoslada. Protagonizada por José Bódalo, narra la historia de un príncipe godo, hecho prisionero, junto a su hija Amaya, por el caudillo vascón Iñigo, quien, como no podía ser de otra manera, se enamora de Amaya, quien posee un brazalete que, según cuenta la leyenda, tiene la propiedad de que quien se case con su portadora será rey de Vasconia. Esta película, cuya música era obra del compositor vitoriano Jesús Guridi, se rodó en el puerto de Vitoria, en las sierras de Urbasa y de Entzia y en Agurain. Guridi ya había compuesto en 1920 una ópera con el mismo tema. Sorprende que una historia que en aquellos tiempos pasó el cedazo de la censura, en la actualidad seguramente no superaría las trabas del hispano-navarrismo gobernante. El rodaje de esta película, que comenzó con una misa en la capilla de la Virgen Blanca de Gasteiz, fue un auténtico acontecimiento en aquellos días.
En 1956 se rodó la película Cuerda de presos, dirigida por el catalán Pedro Lazaga, quien realizó también el guión, fruto de una adaptación de la novela homónima de Tomás Salvador que recibió en 1953 el premio nacional de literatura. Relata el traslado, en 1879, de un preso por una pareja de la Guardia Civil desde la cárcel de Murias de Paredes, en León, hasta Vitoria, donde debe ser juzgado.
El personaje del preso, interpretado por Fernando Sancho, no es otro que Juan Díaz de Garayo, más conocido como el Sacamantecas, natural de Egilaz, quien había violado y asesinado a seis mujeres en Vitoria, entre 1870 y 1879, para ser apresado, juzgado y ejecutado a garrote vil en el Polvorín de Gasteiz, en 1881. La película fue rodada en muchos lugares, entre León y Vitoria.
En 1965 las sierras de Urbasa y Entzia volvieron a ser el escenario para el rodaje de otra película de temática bélica, La Batalla de las Ardenas. Narra el enfrentamiento entre el Ejército alemán y el aliado que tuvo lugar entre el 16 de diciembre 1944 y el 25 de enero de 1945 en la región de Las Ardenas, en Bélgica. Fue dirigida por Ken Annakin, contando con un extraordinario reparto encabezado por Henry Fonda, en el papel del teniente coronel Kiley.
El director inglés Kenneth Hughes rodó en estos mismos parajes, en 1970, la película Cronmwell, que narra la historia del político puritano Oliver Cronmwell, quien encabezó la sublevación contra el rey Carlos I entre 1641 y 1645. El papel de Cronmwell fue interpretado por Richard Harris, mientras que Alec Guinnes encarnó el personaje de Carlos I.
Robin Hood y Evaristo Siguiendo con el género histórico, las sierras acogieron en 1976 el rodaje de Robin y Marian, dirigida por Richard Lester. Se trata de la historia de un Robin Hood ya maduro, interpretado por Sean Connery, que vuelve a su tierra después de haber participado en las cruzadas, reencontrándose con Marian, su amor de juventud, a quien interpretaba una maravillosa Audrey Hepburn. La escenografía de esta película volvió a correr a cargo de Gil Parrondo, quien ya conocía estas tierras desde el rodaje de Patton y, quizás, algo tendría que ver con que Richard Lester rodara aquí.
Estos montes fueron también el escenario natural de la ya clásica Tasio de Montxo Armendariz, la historia real de Anastasio Otxoa, el carbonero de Zuñiga, a quien dio vida en la pantalla Patxi Bisquert.
No los montes, sino la propia Agurain, fue el escenario del rodaje de La madre muerta, del director vitoriano Juanma Bajo Ulloa, protagonizada por Karra Elejalde, Ana Álvarez y Silvia Marsó. Esta película, realizada en 1993, obtuvo el premio a la mejor dirección en el Festival de Montreal. Cuenta la historia de Ismael, un asesino que ha cometido varios crímenes a lo largo de su vida. Uno de ellos continúa obsesionándole. Se trata del asesinato de una mujer del que su hija, entonces una niña de corta edad, fue testigo, quedando mentalmente perturbada a partir de entonces. Años después, Ismael secuestrará a la joven para averiguar si le reconoce como el asesino de su madre. Una de las escenas de esta película se rodó en el interior de la iglesia de Santa María de Agurain.
Para finalizar, el etnógrafo aguraindarra Kepa Ruiz de Egino, quien nos ha proporcionado la mayor parte de estos datos, nos relata la anécdota de la participación de Evaristo Páramos, cantante de La Polla Records, en un pequeño papel en la película Adiós pequeña, de 1986.
Al parecer, el director de la película, Imanol Uribe, había visto al grupo musical en un concierto en Irún, pensando que Evaristo daba el tipo para un personaje que definía como "una especie de macarra". En un principio Evaristo rehusó la oferta, pero luego le convenció para ello el batería del grupo, Fernando Murua, más conocido como Fernandito, quien falleció en el año 2002. Evaristo interviene en una escena en la que Ana Belén, la protagonista de la película, se encara con él, que aparece vestido con sus mejores galas punkies en una sala de billares.