MADRID. LA música no siempre amansa a las fieras y por ello el Ayuntamiento de Madrid, tras recibir numerosas quejas por parte de vecinos y comerciantes ante el elevado número de músicos callejeros y el ruido que producen -porque no siempre tienen avanzados conocimientos musicales e incluso pueden llegar a practicar una forma de desagradable playback instrumental-, ha decidido hacer un examen para tocar en las calles. Ana Botella intentó prohibir hace unos años que los músicos tocaran en las calles aunque estos se la echaron encima bajo el lema La música no es ruido ni contamina. La música es cultura. Pero contradiciendo este lema, el distrito Centro ha sido declarado Zona de Protección Acústica Especial y las quejas han continuado por lo que el Ayuntamiento de Madrid convocará en octubre las pruebas de idoneidad que deberán superar los músicos para poder tocar en las calles y plazas. Estas pruebas serán algo parecido a un casting de Operación Triunfo callejero aunque sin Risto Mejide como jurado.

La Junta Municipal argumenta que ha tomado esta medida para limitar el ruido que padece el casco histórico. El presidente concejal del distrito, David Erguido, declaró ayer que la Junta Municipal tendrá lista en la primera quincena de septiembre la instrucción que desarrollará la Normativa del Plan Zonal Específico, aprobada hace un año, y con esta irá la convocatoria de las pruebas que se publicará y se comunicará al medio centenar de intérpretes que hace meses registraron sus peticiones de algún tipo de acreditación que les permita tocar en las calles sin problemas.

"Mejor imagen" La finalidad de esta medida, según explicó Erguido, "no es acabar con nadie ni se trata de prohibir nada", sino que como las calles son el principal "escaparate turístico" hay que dar "la mejor imagen posible" y que "se puede armonizar todo tipo de actividades con el descanso de los vecinos". El concejal popular considera que la música en la calle "es una actividad que bien llevada es muy agradable", pero cree necesario -además de que es un mandato aprobado por el pleno municipal- regular la actividad para que no genere molestias.

Por ello, los aspirantes a tocar en las calles de Madrid deberán acudir a la prueba de idoneidad con el currículo artístico y, además, tendrán que participar en una audición para que los seleccionadores puedan conocer el tipo de espectáculo que ofrecerán a los viandantes. El peculiar jurado, que decidirá los que tienen "requisitos mínimos de idoneidad", estará formado por técnicos de la dirección general de Museos y Música del Ayuntamiento madrileño.

Parece ser que más de uno ha desenfundado la flauta dulce de las clases de primaria y ha decidido mostrar a la ciudad los viejos pentagramas en busca de alguna moneda, por lo que el jurado quiere comprobar, por medio de la audición, si se trata de una actividad musical "real" o solo una forma de conseguir unos euros al grito de "una monedita guapa".

Los afortunados que superen la prueba recibirán de forma gratuita una autorización de un año prorrogable a cinco para tocar desde las diez de la mañana hasta las diez de la noche en invierno y hasta las once de la noche en verano en determinadas zonas del distrito. Con esta inusual medida se pretende llenar las calles de la ciudad de nuevos talentos del espectáculo que animarán a los peatones a detener sus ajetreadas carreras por el asfalto para asistir a auténticos conciertos en las aceras.