Desde hace nueve años ya, hay un día en agosto que Domaikia espera al abrigo de la noche para cazar la Piztia. Cuenta la leyenda que este personaje de un solo ojo, con taparrabos, aterrorizaba al pequeño pueblo del valle de Zuia. Hasta que el lóbrego mito se convirtió en escenificación. Un teatro danzado que, de forma sencilla pero luminosa y alegre, refleja la felicidad rebosante de los vecinos cuando por fin capturan al ser que tan acobardados les tenía.

Son muchas las personas que llevan trabajando meses para llevar la leyenda a la calle. Gentes de grupos de dantzas, del colectivo de teatro de Zuia, txistularis o trikitilaris. Un tremendo trabajo en equipo que tomará el rehabilitado molino viejo de Domaikia este próximo sábado a partir de las nueve y media de la noche. Allí, bajo las faldas de Iruratxi, en un ambiente más que propicio para la celebración, la fábula tomará forma de nuevo.

No sólo habrá captura de la Piztia. Como en las anteriores ediciones, esta representación se alternará con otras leyendas del valle. Es la ilusión de Domaikia por dar a conocer a los de casa y a quienes viajen hasta el pueblo las muchas historias que enriquecen su cultura popular. El año pasado se rememoraron las andanzas de Blanca de Navarra, un viaje al nobiliario siglo XVI. Esta vez, la noche devolverá a la vida al sacamantecas, ese ser monstruoso secuestrador de niños a los que los padres mencionaban para mantener a raya a sus hijos. El pueblo recordará el paso de este personaje por Aiurdin, donde se cuenta que dio muerte a una joven. Como para conciliar después bien el sueño.

Seguramente no haya cita más apropiada el próximo fin de semana para los amantes de las tradiciones y de las leyendas escabrosas. El pueblo de Domaikia anima a toda Álava a acudir a su fiesta de San Bartolomé, que continuará con dantzas y verbena.