gasteiz. Fieles a una tradición que sólo busca mejorar aún más los lazos de convivencia entre los vecinos y las ganas por hacer algo entretenido en un día de fiesta, un numeroso grupo de vecinos de Lapuebla de Labarca realizó la marcha por el viejo camino que unía esta localidad con la capital riojana y que discurre casi paralelo al río Ebro. Una ruta de antaño que sirve de nexo de unión para los vecinos de la citada villa riojanoalavesa y para los de la capital de la comunidad autónoma vecina.

Los senderistas, "unas ciento treinta personas" según cuenta el alcalde de la localidad, Daniel España, salieron a las ocho de la mañana de su pueblo en unos autobuses contratados por la Corporación municipal hasta la capital riojana, al lugar denominado desde antiguo como Parque de los Enamorados. En ese lugar se encuentra uno de los extremos de un camino que los logroñeses denominan Camino Viejo de Fuenmayor y los de Lapuebla, Camino Viejo de Lapuebla de Labarca.

Desde allí, con una excelente organización de suministro de agua y regulación de tráfico, los vecinos de Lapuebla realizaron los 13 kilómetros que separan los dos puntos de la marcha, atravesando el barrio de El Cortijo, de Logroño, en poco más de dos horas, ya que a las diez y media de la mañana ya estaban en la avenida de la Estación, de Fuenmayor, donde disfrutaron de un almuerzo a base de bollo preñao y vino de la DOC Rioja elaborado en Lapuebla de Labarca.

Desde allí se marchó por la carretera, ofreciendo una simpática imagen vista desde el mirador que existe en las traseras del Ayuntamiento y en el que se aprecia la belleza del río Ebro, el puente y la carretera.

Poco a poco se fue llegando hasta la plaza del Ayuntamiento donde los bares esperaban con los mostradores llenos de ricos pintxos y vino fresco, ya que aunque no hizo nada de calor, el esfuerzo realizado sobre todo para subir la última cuesta, la que sirve de entrada a Lapuebla, es bastante empinada y larga y al llegar a casi todo el mundo le apeteció pasar por los establecimientos hosteleros, una vez sellada la libreta de participación. Allí se hicieron la foto de familia que "seguramente utilizaremos este año para el programa de fiestas de 2014" según comentaba el alcalde. "Viene gente de todas las edades", comentaba Espada, "creo que es una fiesta muy plural en la que van chavales de 6-7 años hasta gente como mi padre y otros, con ochenta y pico de años"

Esta tradición no tiene grandes complicaciones. "La organización la hacemos nosotros", explicaba el alcalde, "pedro aquí coopera todo el mundo. Aquí todos son voluntarios que ponen sus coches para ir con los bocadillos, los refrescos, el agua. Son gentes de diferentes edades y todos del pueblo. Ya llevamos bastantes años con esta fiesta y creo que está perfectamente consolidada".

Desde hace 11 años Esta marcha se viene realizando desde hace once años, organizada por el ayuntamiento ribereño. No tiene más objetivo que el de reforzar los lazos de convivencia de los vecinos a través de una actividad deportiva, ya que no es competitiva y está abierta a la participación sin discriminación de edades, así como para recordar que por esa vía se llevaban las ganaderías y las mercancías entre las dos localidades. Por esa razón, quien no puede ir andando, lo puede hacer en vehículo particular o en los que habilita la organización.