vitoria. El Ayuntamiento de Vitoria, entendido en el más amplio sentido de la palabra -grupos políticos, técnicos y comité de trabajadores-, han cerrado un acuerdo sobre el futuro modelo de atención ciudadana, un servicio que estará más descentralizado para llegar a todos los barrios y estará compuesto por personal municipal no subcontratado.

Ésa es la principal conclusión a la que ha llegado el grupo de estudio de Atención Ciudadana, en el que también participan representantes del servicio Zuzenean del Gobierno Vasco y el comité de empresa de SIC, la sociedad que hasta la fecha ha prestado el servicio subcontratada por el Consistorio. La quiebra de esta firma ha sido, precisamente, el detonante que ha llevado a los grupos políticos a repensar su modelo de atención a los vecinos, después de meses de protestas y huelgas de una plantilla que no cobra desde hace meses y que ayer vivió su última jornada de trabajo.

Su situación -se reincorporan en agosto y septiembre, pero sólo hasta fin de año- no se ha clarificado con el acuerdo presentado ayer por el vicepresidente de la comisión municipal de Función Pública, el concejal de EH Bildu David Pina, pero en todo caso sí ha quedado claro que al otro lado del aparato o la ventanilla habrá, a medio plazo, un funcionario.

La idea es identificar y determinar los puestos y perfiles profesionales necesarios en cada uno de los niveles de atención ciudadana que se establecerán. A partir de ahí, se convocará una oposición "en cuanto sea posible para dar una estabilidad a la totalidad de la atención ciudadana municipal".

Mientras se define la plantilla que prestará el servicio, el Ayuntamiento lo descentralizará y lo ampliará a Salburua, Zabalgana, San Martín-Txagorritxu y la zona rural, en este caso en colaboración con ACOVI, la Asociación de Concejos de Vitoria. A la par, se consolidarán los puestos que se crean necesarios en la Relación de Puestos de Trabajo, y se realizará un estudio de consolidación de los programas de los puestos de atención ciudadana. De la misma forma, se irá diseñando un plan de transición entre el modelo actual y el futuro. Se tratará también de implementar un proceso de reversión o internalización de la plantilla actual para aprovechar su experiencia, y mientras se convoca la Oferta Pública de Empleo se valorará la posibilidad de ofertar una nueva bolsa de empleo o ampliar la actual. Asimismo, se dará marcha atrás en la contratación de tres técnicas de gestión y sus plazas se cubrirán con trabajadores de la plantilla municipal.

En el ámbito meramente laboral, se eliminarán las jornadas partidas, al margen de las medidas que se adopten para conciliar la vida familiar y laboral, y la categoría profesional de los trabajadores que atiendan a los vitorianos será la del grupo C1 Escala Administración General Subescala Administrativa. Por otro lado, se redactará un plan de formación para la plantilla de Atención Ciudadana.

Según explicó Pina, ante la falta de acuerdo en torno a la gestión del empleo hasta que se convoque la OPE se han puesto sobre la mesa dos posibilidades. Por un lado se propone eliminar las bolsas de trabajo exclusivas creadas por el plan de reordenación y crear una nueva oferta de empleo ajustada a las nuevas necesidades. La otra alternativa es eliminar esas bolsas por entender que son ilegales y en función del tiempo que se tarde en convocar la OPE crear una nueva o no. Por último, se creará una comisión de seguimiento formada por el Departamento de Servicios a la Ciudadanía.

Según David Pina, este acuerdo se someterá a la aprobación de la Comisión de Función Pública antes de ser ratificado en Pleno, pero el amplio consenso con el que llegará a los órganos municipales agilizará con toda seguridad su aplicación.