Madrid. Montserrat Serra y Blanca Thiebaut, las dos cooperantes liberadas el pasado jueves tras 21 meses de secuestro, llegaron ayer a la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) y se encuentran bien de ánimo aunque "muy débiles" y necesitarán tiempo para recuperarse. El avión de la fuerza aérea española en el que las cooperantes volaron desde Yibute aterrizó ayer a las 16.10 horas en la base madrileña, donde fueron recibidas por sus familias, por Médicos Sin Fronteras (MSF), la ONG para la que trabajan, y la vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría.

Por la mañana, la hermana de Blanca Thiebaut, Inés, intervino, en nombre de su familia y la de Monserrat Serra, en una rueda de prensa organizada en Madrid por MSF, en la que quiso compartir la "inmensa alegría" que están viviendo tras la liberación. "Están bien de ánimo a pesar del largo cautiverio", señaló la hermana de la cooperante, quien aseguró que los familiares pudieron hablar el jueves brevemente con las dos mujeres, que se encuentran bien de ánimo pero "muy débiles".

Por eso, pidió "apoyo y comprensión" porque lo más importante ahora es que las dos cooperantes, que fueron secuestradas el 13 de octubre de 2011 cuando trabajaban en el campo de refugiados somalís de Dadaab, en el este de Kenia, como sus familias tengan espacio y tiempo. También agradeció a MSF el apoyo que ha brindado a las familias de las secuestradas "durante el largo desierto", así como el trabajo diario de todos los que han hecho posible su liberación y al Gobierno español, que "desde el primer día nos ha estado acompañando", subrayó.

Rescate En la rueda de prensa, el presidente de MSF, José Antonio Bastos, insistió en que las dos necesitan "tiempo y tranquilidad para recuperarse de la pesadilla" y no quiso dar detalles sobre las circunstancias del rescate -tampoco lo ha hecho el Gobierno español- porque, según manifestó Bastos, podría "poner en peligro" a muchas personas en Somalia, así como a los cooperantes que siguen secuestrados y a los trabajadores de las organizaciones internacionales. El presidente de MSF destacó que desde el secuestro, la ONG y el Gobierno español han tenido "una colaboración constructiva y clara".

El trabajo de MSF Médicos Sin Fronteras admitió ayer que el secuestro de Thiebaut y Serra, afectó negativamente a la capacidad de esta ONG en Somalia. En rueda de prensa en Nairobi, el jefe de programas de MSF en África Oriental, Will Robertson, también informó sobre la liberación de las cooperantes, que fueron secuestradas en el campo de refugiados somalíes de Ifo, en Dadaab. "El incidente congeló nuestras operaciones, hemos tenido un crecimiento limitado. Tuvo un tremendo impacto en nuestra capacidad de desarrollar actividades para salvar vidas en Somalia", explicó.

El responsable de MSF reconoció que el secuestro fue un incidente muy señalado para esta ONG. "Estamos muy preocupados por el riesgo de seguridad que padece el personal de MSF en Somalia, todavía deben resolverse algunas cuestiones", apuntó. Robertson rechazó pronunciarse sobre la participación de MSF en el pago del rescate de las cooperantes españolas, si bien admitió que la organización ha recibido el apoyo de sectores implicados dentro de Somalia.

"No soy capaz de responder a esta cuestión -sobre si MSF ofreció un rescate para liberar a las cooperantes- porque podría dañar futuras operaciones, de MSF y de otras ONG dentro de Somalia", afirmó. "Sentimos que nuestra prioridad es garantizar la seguridad del personal y las operaciones, por eso no responderemos. Sería inapropiado e imprudente aportar detalles sobre el cautiverio o el rescate", zanjó.