MADRID. Víctimas afectadas por el 'robo de niños' han advertido en el Senado de que el reencuentro con sus familiares no puede ser fruto de "un golpe de suerte" suscitado a raíz de su intervención en un programa de televisión o en una red social. "Facebook nos ha ayudado más que el Gobierno", han dicho.

El presidente de la Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (ANADIR), Antonio Barroso, ha sido el primero en comparecer en la Comisión de Justicia para confesar que los afectados se han sentido "ninguneados" durante 40 años y acusar al Estado y a la Iglesia de "permitir y silenciar" la sustracción de bebés a sus madres biológicas. "El robo de niños era un secreto a voces y, a pesar del poder, las víctimas hemos conseguido sacarlo a la luz", ha añadido.

Barroso ha alertado de que los tribunales siguen archivando de forma "masiva" sus denuncias y ha llamado la atención de que "en cuatro años nadie se ha sentado en el banquillo de los acusados". "*Por qué se espera a que los culpables mueran? Con una mano los políticos nos agradan con palabras de apoyo pero levantan la otra para negarnos la ayuda", ha remachado.

"`Basta ya de golpearnos, ningunearnos, denegarnos nuestro derecho legítimo a recuperar nuestras vidas!", ha exclamado el presidente de Anadir, para sostener que los diversos encuentros con el Gobierno han tenido como resultado "una oficina de 15 metros cuadrados en Madrid", que dispone de un número de teléfono no gratuito para que llamen afectados que residen en otro punto del territorio nacional.

"Las víctimas del maltrato doméstico o del terrorismo disponen de un teléfono gratuito", ha señalado Barroso, que ha explicado que, en este caso, los mayores afectados por estas tramas se ven obligados a pagar las llamadas o a buscar a un familiar con conocimientos informáticos para cumplimentar a través de Internet los trámites que son requeridos en esta oficina central, en la que echan en falta asesoramiento psicológico.

Barroso ha puesto el foco en la necesidad de crear una comisión formada por expertos y representantes de las asociaciones para investigar estos hechos y ha expresado que el Parlamento Europeo ha admitido la queja de un afectado, a la que se están sumando cientos de víctimas más. "Sin investigación, no hay Justicia", ha zanjado.

APERTURA DE ARCHIVOS

Tras su intervención, ha llegado el turno de la presidenta de la 'Plataforma Afectados Clínicas de toda España. Causa Niños Robados', Mar Soriano Ruiz, que ha repasado todos los avances alcanzados en esta materia, aunque ha coincidido en la necesidad de facilitar la apertura de los archivos eclesiásticos y sanitarios.

"El pilar fundamental es el Gobierno. Los programas de televisión y las redes sociales nos dan la oportunidad de llegar a todo el mundo pero no es la tónica general, no podemos estar sujetos a ese golpe de suerte ni podemos resignarnos a creer que es una situación accidental o una tragedia", ha destacado.

En esta línea, Mar Soriano ha exigido incorporar una enmienda a la Ley de Protección de Datos para facilitar el acceso a los registros administrativos en un caso excepcional como el de los 'bebés robados'. Además, ha instado a los fiscales provinciales a asumir las órdenes de su instancia superior.

En su opinión, deberían reabrirse las denuncias que fueron declaradas prescritas y sobreseídas con anterioridad a la circular emitida el pasado diciembre por la Fiscalía General del Estado en la que se tipificaban estos hechos como un delito de detención ilegal permanente para alargar el plazo de prescripción.

Soriano ha cerrado su intervención lanzado un mensaje de optimismo y ha aplaudido la puesta en funcionamiento de la oficina de atención a los 'niños robados' en el número 8 de la calle de la Bolsa de Madrid, así como el hecho de que el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses centralice las muestras de ADN.

El senador de la Entesa Joan Saura, el socialista Antonio Julián Rodríguez, el parlamentario del PNV José María Cazali o los senadores del PP Manuel Altava y María de los Angeles Armisén han mostrado su cercanía y apoyo al "drama" que sufren las familias.