vitoria. Subir al autobús con un carro de bebé es una odisea en Salburua y Zabalgana. Sólo hay dos plazas para cubrir el boom de cochecitos, así que decenas de familias se ven obligadas a esperar al siguiente urbano con los dedos cruzados. O al siguiente del siguiente. Hacía tiempo que Tuvisa era consciente del problema, pero ha sido ahora, con la denuncia del PNV, cuando ha decidido buscar soluciones. Ayer, en el consejo de la sociedad municipal, la gerencia se comprometió a elaborar un informe sobre las posibilidades de efectuar reformas en la carrocería de los urbanos para aumentar el espacio destinado a los más txikis.

Es una buena noticia, aunque la presidenta de Tuvisa, la edil Marian Castellanos, quiso ser cauta. “Hay que ver qué posibilidades reales hay y el coste que supondría, porque no es fácil. Afectaría a al menos 24 autobuses y no sabemos si es viable”, subrayó la concejal popular. Lo que no se plantea en ningún caso el Consistorio es en comprar nuevos vehículos con más plazas para sillas de ruedas y carritos de bebés, debido “a la actual situación económica”.

Si la crisis impide adquirir urbanos para acabar con el overbooking de cochecitos, creer que el Consistorio podría comprar autobuses dobles o articulados para minimizar la congestión de algunas líneas no lleva a ningún lado. Tuvisa dispone de ocho vehículos de estas características y así parece que será durante mucho tiempo. “Conocemos el problema y se está estudiando, pero no hay expectativas de renovar la flota”, reconoció Castellanos. >j.s.