gasteiz. "La sociedad se ha psiquiatrizado en exceso. Hay problemas que son de la vida cotidiana y deben pasarse sin necesidad de pedir ayuda al psiquiatra o al psicólogo. Cada paso de la vida no puede ser supervisado por un profesional de la salud mental. Para sobreponerse de una ruptura sentimental o de un estado de tristeza no se tendría que recurrir a los sanitarios", reconoce a DNA, Bittor Puente, psiquiatra del Centro de Orientación y Tratamiento de Adicciones (COTA) de Gasteiz y presidente del comité organizador del V Symposium Nacional Sobre Adicciones que, bajo el lema Globalización y adicción generalizada: formas modernas de la felicidad, se celebra hasta mañana en Gasteiz, con la participación de más de 400 expertos de todo el Estado.

La adicción es una enfermedad mental y psicoemocional silenciosa. En su fase inicial no emite síntomas que permitan detectarla, pero va modificando la estructura y el funcionamiento del cerebro, que ve alterado su nivel habitual de la dopamina, un neurotransmisor que se encuentra en regiones del cerebro que regulan el movimiento, las emociones, la cognición, la motivación y los sentimientos de placer. Su sobrestimulación produce euforia que hacen que se desee repetir el comportamiento.

consumo obligatorio "Una persona que consume drogas ve reducida su capacidad de sentir cualquier placer, se encuentra deprimido y no disfruta de las cosas que antes le gustaban. Los efectos en su vida son devastadores tanto en lo psicofisiológico, neurobiológico, familiar como social y laboral. Los adictos precisan consumir obligatoriamente la sustancia a la que es adicta solo para lograr que la función de la dopamina regrese a su nivel normal", añade Bittor Puente.

Aunque no cura total, las adicciones sí tienen tratamiento. "La dependencia es una dolencia recidivante -que puede volver a aparecer-. Está latente y, si se baja la guardia y se recae en la adicción, el mecanismo de la patología se reproduce a gran velocidad. "En muchas ocasiones nos encontramos con que cuando la persona ha dejado de consumir los malestares y sufrimientos no eran solamente provocados por la sustancia tóxica, sino que permanecen ahí. Es en este momento cuando comienza, en numerosas ocasiones nuestro trabajo", explica el especialista. "El tóxico era una manifestación, evidente y clara, de que algo no funcionaba bien pero no necesariamente la causa de todos los males".

¿Cómo sospechar que se es 'adicto? "Aunque los perfiles varían. Se nota en sus repentinos cambios de humor, la falta de comunicación, alteración del sueño. Además estos pacientes suelen tener un comportamiento misterioso, y un estado depresivo que confirma la evidencia", añade el especialista del COTA, para quien la "avalancha" de objetos a consumir están provocando "adicciones generalizadas" en busca de la felicidad como "un imperativo", casi una obligación.

En esta línea Bittor Puente considera que la temática del encuentro que se celebra en Gasteiz está en "perfecta concordancia" con el momento económico y sociopolítico actual, ya que ante las dificultades que conlleva la crisis y los efectos de la globalización, las personas buscan salidas en las drogas.

tras la felicidad total Unas drogas, que para Bittor Puente, pueden hacer creer que la "felicidad total es posible". "Felicidad que en estos momentos de modernidad presididos por lo inmediato, lo efímero y lo absoluto se vuelve algo imperativo y no simplemente deseable"

Aunque puede sonar abusivo hablar de la existencia de adicciones generalizadas, para el experto es pertinente porque la globalización actual y la "avalancha de objetos a consumir provoca cada vez más en las personas enganches devastadores", advierte. "De esta forma, los sujetos consumidores se transforman en "sujetos consumidos, lo que nos lleva a esa idea de toxicomanía generalizada".

Desde su experiencia como responsable del Centro de Orientacion y Tratamiento de Adicciones de Osakidetza en Gasteiz -que atiende al año a 1.500 personas- Bittor Puente asegura que la crisis y el paro no están incidiendo en un mayor consumo de alcohol y otras sustancias legales e ilegales. "No hemos notado una mayor demanda de tratamientos relacionados con la situación social. El aumento de consultas tienen relación con problemas de salud mental que se presentan con conductas adictivas, por ejemplo trastornos de alimentación, sin que necesariamente sea una relación tóxico-maniaco con una sustancia", zanja.