vitoria. Bomberos jóvenes existen en todas partes, pero en Vitoria cada vez quedan menos profesionales de calendario. La edad media del Cuerpo supera ya el medio siglo y de aquí a dos años está previsto que veinte de ellos se jubilen. Claro que la mala noticia no es que se descarte la confección de un almanaque al estilo Bilbao, sino el problema que conlleva el envejecimiento de este necesario gremio tras seis años sin haberse realizado una oferta pública de empleo y con nulas perspectivas de que vaya a celebrarse otra a medio plazo.
Las limitaciones impuestas por el gabinete Rajoy para la convocatoria de oposiciones municipales va a obligar al Ayuntamiento vitoriano a buscar soluciones parciales de manera inminente. El remiendo que ya baraja el equipo de gobierno del PP es el de "crear bolsas de trabajo", según explicó ayer la edil de Seguridad Ciudadana, a preguntas de Bildu. Eso sí, Marian Castellanos echó la culpa de la deficiente situación del Cuerpo al ejecutivo de Patxi Lazcoz. Los propios sindicatos ya reclamaron en la legislatura socialista la convocatoria urgente de una OPE, ante la necesidad de más profesionales y más jóvenes, pues la última se remontaba a la anterior Corporación municipal.
Esa petición cayó en saco roto, pero no es la única demanda que ha seguido arrastrándose con el tiempo. Los bomberos de Vitoria echan cada vez más humo al ver cómo se agrava la situación de la plantilla sin que nadie le ponga remedio. Las UCEIS -Unidades Comarcales de Extinción de Incendios y Salvamento, dependientes de la Diputación- constituyen un problema añadido tanto por su composición como por su manera de funcionamiento. Cada parque lo forman tres profesionales del Cuerpo gasteiztarra, fichados con contratos programa ya que al principio se barajaba que esta medida fuera provisional. "Para dos años", recordó Bildu, "cuando en Laguardia ya llevan siete". Además, son dirigidos desde la capital porque en todos estos centros falta la persona de mando. Y, para colmo, el presupuesto foral para su mantenimiento es cada vez menor.
La gota que podría colmar el vaso de la paciencia de los bomberos ha llegado en forma de rumor. El proyecto de parque provincial central del que tanto se habló y que el gabinete Maroto aparcó al llegar al poder con la excusa de la crisis podría haber cambiado de ubicación y de rumbo. "Les han dicho que en vez de hacerse en Zabalgana, se abrirá en Nanclares", advirtió Bildu. Una decisión que los profesionales critican, al considerar que ese nuevo emplazamiento impediría una cobertura rápida y eficaz de la ciudad y de las localidades cercanas. La plantilla aboga por mantener la idea inicial. De hecho, en 2007 se reservó un solar en Zabalgana para construir allí un segundo parque que cubriera las necesidades suscitadas por la expansión de Vitoria y de las poblaciones ubicadas al sur. Una parcela que "hoy no es viable económicamente", matizó el gobierno, al tiempo que aseguró desconocer "de dónde sale lo de Nanclares".