gasteiz. Los 44 niños de dos y tres años de Salburua que se han quedado sin plaza en la escuela del barrio vitoriano ante la ingente demanda que registra este centro tendrán que seguir desplazándose a otras zonas de la ciudad para formarse durante los próximos años. El Parlamento Vasco rechazó ayer la propuesta de EH Bildu en la que se exigía la construcción de un nuevo colegio de Infantil y Primaria que dé respuesta a las familias afectadas. PNV y PSE aprobaron un texto alternativo que, según la coalición abertzale, no ofrece "ningún compromiso práctico concreto".

"En vez de ir a una solución de verdad -criticó la parlamentaria de EH Bildu Belén Arrondo-, han preferido buscar excusas, y eso es una irresponsabilidad porque sólo sirve para que el problema sea cada vez mayor. Las familias de Salburua tienen derecho a escolarizar a sus hijos e hijas en el barrio y eso es lo que debe garantizarles el Gobierno", afirmó.

Sí salió adelante su petición de exigir al Gobierno que el nuevo centro de Infantil y Primaria en Mariturri esté abierto para el curso 2015-2016, así como la inclusión del nuevo centro de Secundaria de Zabalgana como prioritario dentro de su plan de infraestructuras.

Por otro lado, ayer compareció ante la Comisión de Educación la consejera del ramo, Cristina Uriarte, para dar cuenta de la situación de las tres haurreskolas que el Ayuntamiento de Vitoria quería cerrar, la Almudena Cid de El Pilar, la Txirrinbil de Lakua, y la Virgen Blanca de Abetxuko. Uriarte dijo no haber recibido aún la comunicación oficial del Ayuntamiento de Vitoria sobre su intención de mantener dos aulas abiertas en Abetxuko, una de cero años y otra de uno a dos, tras la presión ejercida por los grupos municipales en ese sentido.

El Consistorio apeló a motivos de demanda en su intención inicial de clausurar el centro, pero según los padres la matriculación ha aumentado en el aula de cunas y, además, en los últimos años se han invertido 200.000 euros en adaptar la escuela. Sí se continúa con la idea de clausurar Almudena Cid y Txirrinbil, la primera porque carece de ascensor y la segunda porque no cuenta con un espacio propio al aire libre para los niños, que juegan en el patio de un bloque de viviendas.

Belén Arrondo criticó ayer que se aleguen estas circunstancias para clausurar las haurreskolas, pues la situación viene dada desde hace varios años, y denunció además que este tipo de decisiones se adopten sin la opinión de padres y profesores y sin una planificación previa.

En el caso de Abetxuko, las madres y padres se movilizaron para evitar el cierre de un centro que lleva cuarenta años formando a los niños del barrio en su primera etapa educativa. Los progenitores se preguntaban cómo se ha podido afrontar una inversión tan importante para dotar al centro de ascensor o cambiarle las ventanas para ahora clausurarlo. Además, la haurreskola de Abetxuko es la única de todo Vitoria en la que quedan plazas de cunas libres.