El Ayuntamiento de Ribera Alta pretende subir el IBI Rústico un 366,7%. Por ello, la plataforma de afectados ha convocado una concentración a las 19.30 horas. También acudirán al Pleno municipal a las 20.00 horas, donde se prevé que el alcalde informe sobre las razones de tal subida, ya que ha creado fuerte malestar en el municipio. >dna

La respuesta a esta pregunta es un rotundo sí. La prueba se puede encontrar en la sala de exposiciones de La Casona de Amurrio hasta el próximo 24 de abril, en la muestra Mujeres ingenieras e inventoras. La iniciativa ha partido del área municipal de Igualdad con el objeto de fomentar la igualdad entre sexos. Se trata de paneles informativos y dos vídeos con los que las profesoras de la UPV Lourdes Domínguez y Enkarni Gómez -con la colaboración de Victoriano Domínguez, Yuliuva Hernández, y la máster en Igualdad Ainhoa Güemes- intentan reivindicar, dar a conocer y reconocer el trabajo hecho por una veintena larga de mujeres, a las que la historia les ha condenado al más puro ostracismo.

En ese listado están Mari Anne Lavoisier, Martha Coston, Josephine Cochrane, Emily Warren Roebling, Mary Walton, Ellen Henrietta Swallow, Hertha Ayrton, Mary Anderson, Edith Clarke, Margarette Schütte Lihotzky, Catherine Blodgetti, Grace Murray Hopper, Dorothy Crowfoot Hodgkin, Marion Donovan, Gertrude Elion, Sthephanie Kwolek, Bette Nesmith Graham y Erna Schneider Hoover. Un rol de nombres y apellidos que, para la inmensa mayoría de los mortales, no significa nada pero a las que todos y todas les debemos mucho.

Sin embargo, sus contribuciones a la humanidad hablan por ellas. Así, por ejemplo, Mary Anderson (1866-1953) creó el limpiaparabrisas cuando ni siquiera los automóviles eran populares porque en 1903 reparó en que el conductor del tranvía se detenía a limpiar la suciedad, el agua y el hielo a cada momento. Formó parte del grupo de transgresoras que terminaron con la medida de obligar a las mujeres a registrar sus creaciones a nombre de sus esposos, padres o hermanos. Por su parte, Dorothy Crowfoot Hodgkin (1910-1990) fue galardonada en 1964 con el premio Nobel de Química por sus estudios sobre la difracción de los rayos X. Gracias a ello se determinó la estructura de la penicilina y de la vitamina B-12 y se descubrió la de la insulina. Mientras, Gertrude Elion sintetizó la primera medicina para la lucha contra los efectos de la leucemia.

De igual forma, Grace Murray Hopper fue la primera programadora que utilizó el Mark-1; Josephine Cochrane creó en 1886 el lavaplatos mecánico manual; Marion Donovan inventó los pañales desechables; a Erna Schneider Hoover se le atribuye una de las primeras patentes de software en torno a un sistema automatizado del teléfono; y Catherine Blodgetti patentó un cristal no reflectante que es la base actual del tratamiento de lentes para gafas, objetivos o microscopios. La muestra también da a conocer a la madre de la química moderna, Mari Anne Lavoissier; a la primera mujer miembro de la Institution of Engineer, Hertha Ayrton, cuyos estudios científicos se centraron en el arco eléctrico; o a Edith Clarke, conocida por su investigación sobre las líneas de transmisión y los circuitos eléctricos.

En definitiva, se trata de una veintena de mujeres que, en una época de dominio masculino absoluto, supo ingeniárselas para dar al mundo importantes avances sin los que la vida actual no sería igual y a la que es de justicia reconocérselo.