El PSE y Bildu reprocharon ayer al equipo de gobierno el cierre de la Casa de Duchas, cuyo servicio se ofrecerá ahora en los centros cívicos para quienes acrediten no tener aseo en casa o en los centros de acogida para los indigentes. Los socialistas alegaron que son instalaciones muy distintas que "no pueden ofrecer el mismo tipo de prestación", mientras que los abertzales criticaron que se pretenda "controlar y categorizar" a los usuarios. El PP insistió en que la Casa de Duchas "estaba desfasada y podía ser excluyente".